Freddy
¿Qué es lo que nunca pensé que vería en vida?
A Conway cocinando después de un polvo.
O todavía tengo secuelas, o se ve muy sexy concentrado.
—¿Como vas con el grupo que me comentaste? —pregunta sin mirarme, tiene su atención fija en las tortillas que intenta cocinar.
—Bien, decidí meter a Isidoro, se ve que le gusta mucho eso de los camellos —Me subo en la barra de la cocina, y me siento allí mientras él termina lo suyo.
—A Gustabo también le gusta mucho eso de las drogas —Propone. Aunque Conway lo intente ocultar, sé lo mucho que le preocupa el futuro de Gustabo.
—Le diré a ver si se apunta.
Mi teléfono comienza a sonar, asi qué lo agarro y contesto la llamada.
—¿Freddy? —La voz de Castro suena a través del móvil.
—¿Que pasa, pituquiña?
—Quieren hablar contigo —Su voz es seria, y lo único que se me viene a la mente es la CIA.
Trato de no mostrar ninguna expresión, pues Conway ahora tiene su atención en mí, no quiero que se meta en más problemas.
—¿Y eso de qué o para qué?
—De Conway.
—¿Por qué?
—No lo sé, hombre —dice exasperada —. Están en el parking del hospital, tienen armas, no le digas a Conway, Freddy, por favor.
—Tranquila, dame cinco minutos —Mi voz suena como burla, no quiero que Conway se entere.
—No vengas solo, si puedes lleva a Gustabo o a Gonzalo.
Cuelga la llamada. Fijo mi vista en Jack, está sin camiseta recostado en la barra frente a mí.
—¿Quién era? —Suena tranquilo, pero sé que no lo está.
—Una de mis informantes, dice que tiene algo que decirme, ¿Me podrías esperar hasta que llegue?
—¿Irás ahora? Se enfriará la comida.
Sonrío.
—Tengo que ir, no me demoraré mucho —O eso espero. Sigo sonriendo —. Espérame, ¿Vale?
—Como sea —Se encoge de hombros, me da un corto beso en los labios y entra de nuevo a la habitación.
Puta CIA de los cojones.
Cuarenta minutos después, me encuentro junto a Gustabo en un de los puntos "secretos" de la CIA.
No hay mucha gente, podría decir que visualmente hay unos cuatro o cinco, entre ellos él Jefe. Él puto nivel 8.
—Gustabo que bueno verte de nuevo —No se le puede ver el rostro, pero es obvio que está sonriendo.
—Hijo de puta —Susurra Gus, pero al estar a su lado logro escucharlo.
—¿Qué quieres? —pregunto cansado.
—Tratame con respeto Freddy, recuerda que tengo algo que te importa mucho.
Su voz me revuelve el estómago.
—Por cierto, de eso quería hablarte.
—¿Qué le hicieron? —Me acerco a él.
—Tranquilo, él está bien, sólo, pero bien —Suelta una risilla irónica —. Creo que está mejor sin tí.
—Maldito...
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Perfecto error
Fiksi RemajaA veces los ojos son los únicos que siente el verdadero amor.