𝑈𝑛 𝑑𝑖́𝑎 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑐𝑢𝑎𝑙𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑎 𝑜𝑡𝑟𝑜... — ☆⌒*.— ¡Agatha! .- La voz de una Mujer proveniente del piso de abajo despertó a la chica de su larga siesta matutina después de la escuela. Como es habitual, la chica despertó algo desorientada y transpirada, no sabía sí era hora de ir a la escuela o ya era de madrugada, su percepción del tiempo estaba completamente distorsionada debido a su pequeña siesta y la habitación estaba completamente a oscuras. Agatha, con la energía que le quedaba, busca rápidamente su celular, para así poder orientarse al menos temporalmente sobre que hora era y en qué día se encontraba. Rebuscando por la cama, la chica encuentra el bendito celular debajo de su almohada, tan caliente que apenas lo podía tomar, al parecer se había quedado prendido, abierto en la conversación que tenia con su amiga con un 5% de batería.
— ¡Agatha, baja por favor! .- Nuevamente se escucha la voz de su Madre, ahora desde más lejos.
— Uff... menos mal, son las ocho de la tarde.- Agatha respiro aliviada, y ahora ya recompuesta del sueño, conecta su celular al cargador y baja como puede hacia la primera planta, en la cual su Madre la estaba llamando.
Agatha antes de bajar el último escalón, cierra los ojos y trata de imaginar sobre la posible situación que su madre iba a realizar en dentro de un minuto, apareciendo lentamente una imagen en su mente de su Madre sosteniendo a su gata, recriminando a su mascota, lo enojada que estaba por que se había comido la comida de su plato.
Con la esperanza de que su improvisada premonición haya sido acertada, Agatha llega a la cocina para saludar a su madre, la cual acostumbrada de la rutina de todos los días, le entrega a su Hija unas vitaminas guardadas en una de las vitrinas.- ¡Te dije que dejaras de tomar siestas después de llegar de la escuela, podrías utilizar ese tiempo perdido en entrenar! - La madre, sin mucho reparo, abre el envase de las vitaminas y le entrega las vitaminas a su hija directa en su mano junto a un vaso de agua.
— Hola Madre ¿Como estas? Yo estoy muy bien, hoy en la escuela aprendí demasiadas cosas, gracias por preguntar.- Agatha, se sienta en uno de los taburetes de la cocina y se apoya en la mesa, tomando rápidamente las vitaminas que su Madre le dió.- Ya no puedo evitarlo, mi cuerpo necesita dormir, la escuela y sus estudiantes me cansa mentalmente, ¡tener que soportar a imbéciles todos los días es una tarea muy difícil! - Agatha se acerca a su madre y roba un poco de comida de lo que está cocinando su Madre al ver que ella le daba la espalda.
— Pobrecita, como sufre mi niña, su único deber es estudiar, ¡qué difícil tarea te dio la vida! .- Sarcásticamente su madre le responde, golpeando levemente la cabeza de Agatha al notar que le había robado un poco de su comida.
— ¡Auch! ¡No maltrates a tu hija! ¡Dios le da sus peores batallas a sus mejores guerreros! .- Agatha se soba la cabeza mientras intenta abrazar a su Madre por la espalda. Agatha a pesar de tener diferencias con su Madre, ella era la única que la acompañaba y aceptaba todas sus locuras, la amaba demasiado.
— Hija, es en serio lo que te digo, necesitas entrenar tu don o como se llame, no quiero que alguno de estos días se descontrole demasiado porque aún no lo manejas del todo y lo que menos quiero es que te pase algo.- La Madre acaricia el brazo de su hija, la cual aún la mantiene abrazada, apoyando su cara en el hombro de su querida madre, escuchando seriamente lo que dice.
— Tu padre te ha enseñado arduamente sobre como comenzar a canalizar tu energía maldita, ahora es tu deber ir reforzando ese aprendizaje.- El tono de voz de la Madre cada vez era más bajo. Al no pertenecer al mundo de la hechicería, para ella era un tema sensible y desconocido, casi como un taboo, sin embargo, como su hija era parte de ese mundo al igual que su esposo, era inevitable no saber sobre aquello, de eso se había encargado su esposo, el día en que nacio su hija, pues era muy probable de que ella naciera con el mismo don y que luego de algunos años, ese don se manifestaría, siendo un incierto los primeros años hasta que cumplio los 6, causando mil y un situaciones problemáticas, al ser un poder maldito influenciado por las emociones de su hija, por lo que, en diferentes instancias, ha tenido que dar explicaciones a conocidos y desconocidos por los problemas que su hija provocaba cada vez que ella se sentía de cierta forma y manifestaba su técnica maldita de forma errática. El nombre y la categoría de su tecnica maldita era totalmente desconocida, puesto que según los datos recuperados y las acciones de Agatha, su técnica maldita se manifestaba como una especie de telequinesis
— Lo sé, no te preocupes, ya no tendrás que hacerte cargo de tu hija, ya puedo controlar de cierta forma mi poder, además, hace tiempo que no he tenido ningún tipo de desequilibrio ni nada, mira hasta puedo mover las cosas sin que me duela la cabeza.- Agatha deja de abrazar a su madre, y alza su mano derecha para atraer de forma casi magnética, una de las tasas ubicada en la mesa, haciendo levitar de esta por unos segundo, para luego dejarlo en donde estaba.
Madre e hija estaban tan absortas por la levitación de la tasa y conversación que no se dieron cuenta que una gata de tricolor se había subido a la cocina y tenia su cabeza metida en unos de lo platos donde se encontraba la comida recién hecha de la Madre de Agatha.
— ¡LUNA NO! .- Ambas dijeron al unísono al darse vuelta y ver lo sucedido. La gata sin ningún tapujo, se alejo unos metros, mirando fijamente hacia ambas chicas, lengueteando sus bigotes por el gran bocado de comida que había alcanzado a comer. La madre de Agatha, se acercó hacia la gata, furiosa y vociferando lo enojaba que estaba por aquello.
— ¡Ya no confiaré más en tí luna! - La madre toma en brazos a la gata, la cual da un gran maullido, pues no le gustaba que la tocaran más de lo debido y permitido. Poco le importó a la mujer y enojada, dejó a la gata en el patio, cerrando la puerta para que no entrara nuevamente.- ¡Esta gata ya no la aguanto! siempre hace alguna maldad, si no es esto, rasguña u orina los sillones, ¡Agatha hazte cargo de tu mascota o si no la daré en adopción! .- Así la Madre de Agatha reclamó sin cansancio, mientras que ella quedó atónita por la escena, pues sucedió como había sido su clarividencia hace unos minutos. Claramente la chica se alegró de inmediato, ya que en anteriores ocasiones sus clarividencias siempre ocurrían de distinta forma o simplemente no sucedian.
— ¿Por qué sonríes tanto? ¡¿Acaso te divierte que tu mascota sea una ratera maleducada?! .- La madre se cruza de brazos mirando a su hija, aún enojada por lo que pasó.
— No me la trates así, solo es una gatita incomprendida, mira su carita, ¿Acaso no te da pena que se quede afuera? le puede pasar algo, vamos, perdónala.- Agatha agarra del brazo a su Madre y la lleva hacia la ventana que daba vista al patio trasero y ahí se encontraba la gata, la cual sin ninguna culpa, lengueteaba sus partes. Ambas rieron, pues como siempre, estas perdonaban y querían a su gatita a pesar de que esta hiciera lo que quisiese, pues se comportaba como dueña y señora del hogar, y ellas lo permitian.
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"𝐀𝐧𝐝𝐫𝐨𝐦𝐞𝐝𝐚" | 𝐉𝐮𝐣𝐮𝐭𝐬𝐮 𝐊𝐚𝐢𝐬𝐞𝐧
Hayran Kurgu✰*⭒⋆ ༅ 𝑻𝒂𝒌𝒆 𝒊𝒕 𝒊𝒏 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒉𝒆𝒂𝒓𝒕 𝒏𝒐𝒘, 𝒍𝒐𝒗𝒆 𝒉𝒆𝒓 ༄ ⋆⭒*✰ Una joven hechicera conocida como Agatha Takano descubre que sus habilidades mágicas provienen de un ser cósmico llamado "Andromeda", quien reside dentro de ella, utilizán...