Zoo de idiotas

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Hola a todos 😀 espero que estén súper bien. Hoy les traigo la actualización de la novela y de paso una sorpresita 😉. Pero antes que nada ¿quién creen que es Luka? ¿Y qué opinan de Evan? Los leo.

Sin más los dejo.

Minimaratón 1/3

El ZOO de idiotas.

Me dejé caer en la cama después de una semana entera de soportar a Charlotte y a los otros profesores. Las clases eran irritantes y la intriga sobre el tal Luka me seguía consumiendo. Al parecer no estaba muy interesado en terminar la universidad. Además el pelinegro no paraba de molestarme con sus constantes chistes de mal gusto. Por otra parte me la había pasado muy bien con Jacob, me había enseñado algunos pasos de baile y yo lo había ayudado a sentir la música, al menos había hecho el intento. Evan también había contribuido a mi entretenimiento, me había llevado al cine y vimos una peli de terror, la verdad vi el principio, todo lo demás fueron vistazos borroso que distinguí por entre mis dedos ya que todo el tiempo me tapé la cara.

Esa mañana de sábado me puse una falda de cuadros rojos, una camiseta estilo rockera y mis medias de malla negras, con mis botas estilo militar. Llegué a la cafetería y como habíamos acordado, Pepe me proporcionó un batido de guayaba y unos prominentes cruasanes. Me aliste para comenzar con mi horario de trabajo cuando vi a Jacob entrar. Nunca lo había visto venir así que se me hizo raro. Cuando me vio se acercó a mi.

-¿Qué tal pija? -Saludó.

-Bien, cucaracho, ¿y tú? -Dije sonriendo.

-Esperando a que mis amigos vengan. -Me explicó.

-¿Las cucarachas van en manada? -Lo chinché.

-¿Las pijas tienen que trabajar para sostenerse?

-Digamos que me gusta ser independiente. -Dije cogiendo la libreta.

-Ya. -Dijo poniendo los ojos en blanco.

Me puse el bolígrafo en mi moño y lo guié a la mesa del final. Me pidió unas papas fritas y un batido de fresa. Justo cuando le dejé su orden en la mesa Evan y el rubio entraron en la cafetería.

¿Son amigos?

Evan se acercó a mi y me saludó, mientras que el rubio sólo me sonrió y se dirigió a la mesa de Jacob.

No me digas que estos son sus amigos...

Y si esos eran sus amigos. Nada más llegar a la mesa se saludaron dándose palmadas. Y yo pensando que Evan era civilizado. Me acerqué a la mesa y pedí la orden de los dos nuevos y me retiré. Cuando volví con lo que me pidieron me di cuenta de que el pelinegro no se había dignado a aparecer.

La curiosidad me picó, pero no preguntaría dónde estaba.

-Este es Evan. -Explicó Jacob.

-Estudiamos juntos, ya te lo había dicho. -Le informé.

-Oh, es cierto. Supongo que a Hero no lo conoces. -Señaló al rubio.

¿Cuánto vale un sueño?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora