Decisiones precipitadas

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*Se recomienda que para que se metan más en la historia escuchen la canción Sand de Dove Cameron*

Holi a todos sé que llego un poco tarde pero aquí les dejo el cap de hoy, tal vez noten algunas faltas y me disculpo por ello es que de verdad estaba muy emocionada por subirle el cap. que ahora mismo hasta tiemblo de emoción y espero que de verdad sientan lo mismo que yo sentí cuando lo escribí. No me quieran matar ¿si? Besotes soñadores h que disfruten el capitulazo de hoy jeje.

Me dejé caer en el sofá después de una semana agotadora de clases. Casualmente Charlotte estuvo más irritante que de costumbre y eso es mucho.

Me pasé los dedos por las sienes y suspiré. Solo faltaban horas para que comenzara noviembre y eso me tenía mal, principalmente porque solo quedaría un mes para Navidad y yo sabía lo que significaba Navidad.

Mi tía no estaba en casa, me había llamado y me había informado que estaba de compras para la fiesta de Halloween que celebrarían en casa de su amiga.

Dios, era una adolescente.

Subí a mi habitación con un vaso de jugo y una lata completa de Pingles. Me lancé encima de la cama y me quité toda la ropa, quedándome solo con los calcetines hasta la rodilla y un top.

No había nadie en casa, así que podía andar en pelotas —bueno casi—, sin que nadie me molestara.

Encendí mi laptop y me puse a ver Juego de Tronos. Llevaba más de la mitad de la temporada cuando me di cuenta de que mi móvil estaba abarrotado de mensajes y notificaciones.

El único mensaje que leí fue el de Luka que me pedía que le abriera la puerta.

Salí corriendo de la habitación y cuando llegué al pasillo me di cuenta de que me faltaba algo. Me llevé la mano al pecho en busca del colgante y noté que no lo tenía.

Recordé que Luka había insistido en hacerle un arreglo y se lo había llevado ayer.

Suspiré y abrí la puerta. El aire frío me caló hasta los huesos pero lo ignoré. Tenia una gran sonrisa en su rostro pero esta se le congeló cuando recorrió mi cuerpo de arriba abajo.

¿Iba mal vestida?

De hecho vas sin nada.

¿Qué?

Miré hacia abajo y efectivamente. Estaba en bragas en la puerta de mi casa, frente a un chico y a las demás personas.

¡¡¡Ayy Dios por que a mi!!!

Sentí como el rubor escalaba de mi cuello hasta mi rostro y me cubrí mis partes con las manos.

Él dio un un paso hacia mi y me abrazó, tardé unos segundos en entender que estaba cubriendo mi cuerpo con el suyo. Cerró la puerta detrás de él de una patada.

Solo cuando sus dedos fríos tocaron mi piel noté el ritmo acelerado de mi corazón y me estremecí.

—¿Se puede saber que haces así vestida? —Susurró en mi oído.

—Me mordí el labio avergonzada. —Estaba…estaba…

—Igual sigo pensando que llevas demasiada ropa. —Su mano recorrió la piel desnuda desde mis caderas hasta debajo de mis pechos.

—Apreté mi mano en su hombro y lo aparté para mirarlo a los ojos. —Un poquitín de control, chaval.

—¿Como me pides que tenga control cuando te veo casi en pelotas?

—Para empezar no estoy casi en pelotas. —Repuse con dignidad. —Estaba vistiendome cuando me mandaste el mensaje y se me olvidaron los vaqueros.

¿Cuánto vale un sueño?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora