Recuerdos.

29 16 0
                                    

Estaba congelada, sin poder decir una palabra. Miraba atentamente al chico sentado frente a mi. Lo conocía perfectamente: Estefan, el tío con el que me besé la noche anterior y me vio vomitando hasta los sesos.

Su mirada recorrió mi cuerpo de arriba abajo y empecé a sentir un extraño cosquilleo. Recordé que estaba en ropa interior y las mejillas se me calentaron de vergüenza, pero no me inmuté en demostrar mi creciente incomodidad.

Se puso en pie con una sonrisa depredadora. Tomé una gran bocanada de aire cuando se quedó a un metro frente a mi, mirándome fijamente.

-¿Así que no te has ido? -Murmuró con voz baja.

-La pregunta es que haces tú aquí, en mi habitación. -Repliqué sin apartar la mirada.

-Rio por lo bajo. -Esta es mi casa, lo cual equivale a que esta es mi habitación.

-Estas de coña. -Dije riéndome un poco, pero cuando vi que no se reía me quedé de piedra. -¿Esta es tu casa?

-Asintió. -Mhum.

-Eso...eso quiere decir...-Empecé a decir cuando la puerta se abrió de golpe.

-Luka...-Dijo la voz de Evan.

Me quedé inmóvil al oír su nombre. Así que ese era el famoso Luka con el que tanto me han comparado. El chico que se parecía a mi y al que besé pensando que era otro...Espera, ¿no se llamaba Estefan?

-¿Tú no te llamabas Estefan? -Indagué mirándolo.

-Luka Estefan Ackerman. -Dijo apoyándose a la pared.

Miré a Evan buscando una explicación concreta. No entendía nada. Todo el tiempo conocí al tío con el que tanto me comparaban y lo único que pensaba era que era un estúpido que no sabía controlar sus hormonas.

-¿Ya se conocían? -Indagó Evan mirandome.

-Asentí. -Pero ni siquiera sabía que era Luka, se presentó como Estefan.

-Venga ya, no dije ninguna mentira, así que no insinues que lo hice. -Dijo Luka.

-Deberías vestirte. -Sugirió Evan señalando mi cuerpo.

Mis mejillas se calentaron aún más y agradecí la oscuridad. Me moví rápidamente y fui hacia el baño. Nada más cerrar la puerta me dejé resbalar por ella hasta quedar sentada en el piso frío del cuarto de baño. Solté una bocanada de aire y apoyé mis codos en mis rodillas, para poner la cabeza entre mis manos. Necesitaba calmarme.

Me vestí rápidamente y salí del baño. Miré a mi alrededor buscando con la mirada a Evan, pero en su lugar vi a Estef...Luka, sentado en la cama, leyendo un libro. Tragué saliva cuando levantó los ojos y me miró.

-¿Qué miras? ¿Se te perdió algo? -Dije haciendo una mueca.

Esquivó la pregunta y volvió a centrarse en su libro. La sangre me hirvió al ver su indiferencia. Di zancadas grandes hasta llegar a la cama y sentarme en una esquina, de espaldas a él.

-Supongo que dormirás aquí, ¿no? -Dijo detrás de mi.

-Supongo. -Dije ignorando su mirada en mi nuca.

¿Cuánto vale un sueño?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora