Ever Anderson:
Al entrar al hotel para esperar a Hanna, la volví a ver a ella, estaba sentada en uno de los sofás en la sala de espera, traía puesto un vestido celeste pastel con tirantes y estampado de margaritas, un sombrero playero y unos lentes oscuros en sus manos.
- Ever que sorpresa verte hoy por aquí, pensé que querrías descansar un poco en estos días de playa– dijo Walle, la recepcionista.
- Bueno, Hanna se le dio por andar de señorita pasional y alguien tenia que venir a buscarla – le sonreí apoyándome en el mostrador.
- Si, no se vaya a perder como alguien que esta justo frente a mi – dijo burlistamente.
- Que graciosa Walle, invéntate algo mejor para la próxima – tomé un folleto turístico y me fui a sentar a la sala de estar.
Donde esta ella.
Sentí su mirada sobre mí, sabía que si yo también la miraba podría formarse un ambiente mas incomodo aun, y no estaba buscando eso...
- ¿Como estas? – pregunto de repente la castaña sentada delante de mí.
- Bien gracias – dije en un tono un poco frio – ¿y tú? – pregunté por "educación".
- Igualmente, bien – me regalo una sonrisa de lado.
Quería preguntarle ¿cómo le había ido en la universidad?, ¿que había hecho?, ¿cómo estaba realmente aparte de un igualmente bien?, ¿si estaba con alguien?,¿si salía con alguien?, si miraba a ese alguien como me miraba a mí?, ¿si había conocido a alguien?, ¿cómo iba la relación con su madre?, ¿si se había estado alimentando bien?, pero no lo hice, quizás porque fue justo en ese momento en que a Luis se le ocurrió bajar, aunque sé que tampoco habría preguntado.
Cuando se levantó, note un hematoma en su pierna derecha, y en ese momento de igual manera también apareció Hanna, me levante y fui donde ellos.
- Gracias por venir – dijo Hanna abrazándome.
- No hay de que – me separe de ella, para que se despidiera de Luis.
- Pues la verdad es que no me voy a ir contigo – sonrío.
- ¿Cómo? – pregunte mirándolos a ambos.
- Que me gustaría conocer mejor la costa...y pensábamos ir juntos – Hanna tomo del brazo a su acompañante.
- Me estas diciendo que vine hasta aquí para que me digas que te vas a ir a conocer – me miro un poco apenada – ten – le di el folleto turístico que había tomado.
- Gracias – lo tomo y me abrazo nuevamente.
- Te cuidas, cualquier cosa me llamas – me separe, la castaña y el seguían hablando.
- ¿vamos? – le pregunto Hanna tomándolo nuevamente del brazo.
- Si, nos vemos luego – le dijo antes de irse.
Sali antes que ella, cruce la calle y subí al auto, lo estaba echando a andar cuando le di una mirada, y le habían colocado una araña (inmovilizador de autos), me baje y me acerque.
- ¿Enserio no sabes que la E en un círculo rojo significa no estacionar? – dije divertida quedando junto a ella.
- No lo sé, me regalaron mi licencia – seguía mirando la rueda.
- ¿Es enserio? – se me salió una risa.
- Demasiado en serio, comencé a manejar hace unos meses y la necesitaba, así que tuve que dar un par de billetes – me miro.
- ¿quieres que te lleve? – le pregunte,
Digo no voy a dejar que se quede aquí.
- Si no es molestia – dijo un poco apenada.
- Eso jamás – comencé a caminar nuevamente al auto.
Estaba un poco en silencio, y no lo niego, necesitaba saber que le había pasado en la pierna.
- Hace un rato cuando te levantaste, note un hematoma en tu pierna, ¿Cómo te lo hiciste?
- Que observadora – sonrío – ayer iba bajando las escaleras y se resbalo el tacón, por suerte ya me quedaban pocos escalones – miro por la ventanilla.
- ¿te duele?
- Solo un poco cuando me siento, me acuesto, o camino un rato – me miro.
- ¿te duele ahora? – volví a hacer otra pregunta.
- Solo un poco – sonrío de lado.
Estábamos llegando y fue cuando volvió a hablar.
- ¿podemos hablar luego? – pregunto mirándome.
- Ya lo estamos haciendo – le dije mirándola.
- Me refiero a hablar en otro lugar – dijo en un tono más firme.
- ¿Dónde? Y cuándo? – dije en el mismo tono.
- ¿tienes algo que hacer en la tarde? – pregunto tomando la manilla.
- Una pequeña reunión con Neil entre las cinco y siete, luego de eso nada – quite el seguro.
- Nos vemos mañana temprano en la playa – abrió la puerta.
- ¿Temprano de como qué hora?
Antes de las 8 no por favor, son días de playa.
- A las 9, son días de playa – se bajó.
- Nos vemos.
- Hasta mañana – sonrió cerrando la puerta.
En la noche todo estaba tranquilo, en silencio, pero mis pensamientos estaban desordenados y con demasiado ruido, no sé qué quería decirme, o si simplemente me diría que ya no nos hablemos más, bueno no es que en este tiempo hemos hablado tanto... pero espero que no sea eso.
HOLAA, como les va?
Espero que les guste este nuevo capitulo.
P.D : me volví un poco adicta a la I.A.
les dejo una fotito :)
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Destinos cruzados
Teen Fiction¿Qué ocurre cuando te enamoras de la persona de la que no pensabas enamorarte?, o peor que ocurre si es la novia de tu "mejor amigo", eso era lo que mi mente pensaba hasta ese día, aquel día que me comenzó a desesperar aquel sentimiento que segurame...