No son muchas las ocasiones en las que Louis ha tenido que admitir que se equivocado con algo relacionado a su vida.
Son casi nulas, de hecho.
Sin embargo, en ese preciso momento, teniendo a Harry rodeándole las caderas con sus piernas y besándolo con intensidad, Louis tenía que admitir que había cometido un error cuando había llegado a pensar que nunca encontraría a un omega que lo hiciera sentir así; tan feliz, motivado y apasionado.
Posesivo.
Porque así era justo como su alfa también se sentía, cosa que jamás había ocurrido antes con ningún otro omega.
Pero con Harry... su alfa está vuelto loco. Sólo quiere tocarlo, besarlo, sentir su piel contra la suya, su calor corporal... su olor.
Y esas emociones son todas nuevas para él, le está costando controlarse en cada aspecto.
Se está esforzando no sólo en contener ciertos impulsos sino también en tratar de ser y darle su mejor versión a Harry.
Al omega que su alfa tanto quiere y desea tener en su vida.
Un omega que podría ser la madre perfecta para su pequeño cachorro.
Y eso último no ha sido algo que él dedujo sólo basándose en la grandiosa relación que han establecido Harry y su cachorro, sino también por las propias acciones de Andy.
Algo que aún no se había atrevido a contarle a Harry pues no quería ejercer ningún tipo de presión, pero vaya que Louis había quedado impactado por la situación. Y es que, desde ese día de la feria, Andy había identificado a Harry como su madre.
No directa ni conscientemente; más bien, Louis creía que había sido el instinto de Andy el principal culpable de ese evento pues por las noches, con Andy estando más que sumido en el sueño, el alfa había escuchado, claramente y en varias ocasiones, como su pequeño hijo olfateaba la mantita de Winnie Pooh y murmuraba la palabra "mami" en repetidas veces.
Era obvio, su bebé reconocía el olor a bombones de Harry e inconscientemente lo relacionaba con el cariño y calor que solamente una madre le puede otorgar a su cachorro.
Andy se sentía seguro y amado por Harry; por ese mismo omega que él adora.
Al alfa ya solo le quedaba esperar y esforzarse para que todo en su cortejo con Harry saliera bien, que este lo aceptara como su novio y alfa. Como una pareja estable y duradera.
Sus manos reafirman su agarre sobre el trasero del omega para no dejarlo caer pues los besos entre ellos no han cesado y tampoco las caricias, Harry está disfrutando bastante de revolver su corto cabello castaño al parecer.
Louis seguiría sin problemas esa sesión de besos en esa posición de no ser por la inevitable reacción que su cuerpo tendrá si continúan así. Se pondrá duro, eso es de ley, y estaría bien si ellos ya hubiesen avanzado a esa parte de su cortejo, pero la verdad es que no lo han discutido y Louis no quiere poner a Harry incómodo.
De pronto, el timbre de su celular interrumpe el afectuoso momento entre los dos, Harry sonríe contra su boca y ambos se separan, el rostro del omega luce más que tentador, todo bonito, sonrojado y con los labios hinchados por los incesantes besos.
Louis lo deja de pie sobre el césped, movimiento que hace que la falda de su vestido se suba un poco, revelando más piel. El alfa aparta la vista para evitar excitarse de esa forma inapropiada y Harry simplemente hace por alisarse la tela y peinarse nerviosamente el cabello con las manos.
Saca el celular de su bolsillo y resulta ser quien pensaba, es Lottie; debe estar llamándole para reportar el estado de Andy.
—Hola, Lots —la saluda sin apartar la mirada del omega enfrente suyo.
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Kiwi // L.S
RomanceHarry es un lindo omega y dueño de una guardería, él vive intentando compensar el dolor de su corazón entregando su vida al cuidado de pequeños cachorros. ¿Un omega defectuoso? No puede más que soñar con la idea de una vida feliz. Pero Louis es un...