Capítulo 5

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Louis no había estado listo para el sorpresivo giro de eventos.

Su inicio de semana no podía estar yendo mejor, su cachorro lo había sorprendido a partir del lunes, había pasado de estar berrinchudo y en contra de levantarse de la cama para ir a la guardería a estar listo a primera hora, con una sonrisa y mucha disposición a hacer las cosas que él le indicaba; como lavarse los dientes, terminarse todo su licuado y amarrar las agujetas de sus zapatos.

Tampoco había experimentado problemas para dormir por la noche. El alfa había estado complacido con el buen comportamiento de Andy; después del lunes en el que compartieron un lindo momento padre-hijo viendo las caricaturas favoritas de su cachorro, fue evidente que si bien no podría nunca remplazar la falta de una madre para la crianza de su pequeño, al menos él podría tratar de compensar ese pedazo de ausencia. Tal y como su hermana se lo había dicho.

Andy no había parado de contarle maravillas sobre Harry tampoco, haciendo hincapié en lo bien que lo hacia sentir su olor, sus cariños y su voz. Rematando todo con repetidas menciones a lo bonito que el omega era.

Louis de verdad sentía mucha curiosidad.

Había pensado que, si las cosas seguían a ese ritmo tan bueno, Harry y él trabajando en equipo para sacar adelante a Andy, su reunión del viernes con el omega entonces fluiría como el agua en una cascada. Esa charla solo sellaría y esclarecería algunas cosas, pero todo sería más fácil dado lo bien que pintaba todo.

Pero no. Gran error en haber asumido las cosas tan al principio de la semana.

Louis se encontraba eufórico, había recibido la esperada llamada de parte de Kier Company confirmándole lo que ya de algún modo sabía: La empresa rusa aceptaba tener a Tomlinson Union como sus socios y consejeros legales para su cede en Londres, pasando a ser uno de los contratos más jugosos de toda su carrera como abogado y líder de buffet.

Otro triunfo y un logro más a añadir a su lista de objetivos. Ser tan dedicado a su trabajo le podía quitar cosas pero también podía darle satisfacciones así de grandes.

Se encontraba festejando la buena noticia con Zayn, brindando en su oficina, cuando la llamada de su hermano los interrumpió. Y solo bastó con escuchar lo preocupada que estaba para que tomara la decisión de ser él quien fuera a ver qué demonios estaba pasando en la guardería.

Es decir, ¿por qué no? De igual forma tendría que ir esa misma semana, y puesto que en ese día ya había obtenido la mejor de las noticias nada le impedía retirarse temprano para atender los asuntos de su hijo. Así mataba dos pájaros de un tiro, pasando la cita del viernes a hoy mismo.

Lottie se había quedado más que sorprendida cuando él la tranquilizó y le dijo que no se preocupara, que él iría a ver qué había sucedido y que la vería hasta el día siguiente por la mañana, como siempre.

Durante su camino hacia la guardería, Louis había pensado en posibles opciones en respuesta al incidente ocurrido, y ninguna le gustaba. Porque si era lo que él sospechaba entonces eso significaría que correrían a su hijo del lugar como las demás instituciones lo han hecho.

Eso no era bueno. ¿Por qué siempre que logra un avance importante en el ámbito profesional tiene que ocurrir algo que derrumbe y ponga en crisis a su vida personal?

Si se queda sin guardería estará jodido. Lottie no es una opción, no cuando está tan ocupada trabajando en su emprendimiento de la floristería y artículos para regalo. ¿Sus padres? Puede que esa sea su única opción al final, pero eso implicaría que Andy se mude a Alemania y prácticamente separarse de él, visitándolo solo de vez en cuando.

Kiwi // L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora