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Después de largas y aterradores noches, después de llorar y sufrir en silencio, por fin mi tan soñado día llego. . .

—Entonces hoy se va nuestra diversión.—

—Empezarán con lo mismo, esta vez que me harán, supongo que me pegarán un chicle en el pelo, o me rayaran la frente con su típica palabra "no eres nadie"—Simule imitar su voz, lo que la enojo más.

Desde que llegué aquí habido un grupo de molestas chicas quienes siempre me molestan, la verdad nunca me molesto, sus ofensas son infantiles, ¿y sus insultos? O bueno, si es que así puedo llamarle.

—Que graciosa megan, en realidad no queremos hacerte daño, lo decía en sarcasmo, solo queremos disculparnos.—Añadió aquella molesta mujer, más o menos de la misma edad de megan.

—Si ajá, por favor aléjense, quiero estar sola.—Me cruce de brazos.

—Está bien.—Dieron media vuelta, y raramente hicieron lo que les dije.

Ignore sus comportamientos y proseguí a empacar mis cosas, solo faltaban pocas, pero el tiempo era poco, más o menos tengo que estar afuera en quince minutos, ya que en este momento mi taxi me debe de estar esperando.

—No quiero volver a verte por aquí Smith.—Exclamó la guarda de la entrada.

—Claro que no lo harás.—Respondí sin mirarla.

De Los Ángeles fui transferida a Estados Unidos, no muy lejos, pero si estaba muy bien resguardada.

Agarre mis cosas y salí del hobby de la cárcel, donde fue despedida por todas mis pocas amigas de aquel asqueroso lugar.

Después de aquello, sin pensarlo dos veces salí de allí, dejando todos los malos momentos que viví adentro, aunque logre sanar muchas heridas, como la muerte de mi hermano y el haber pedido a Tom, y a mis mejores amigos, lamentablemente no eh vuelto a saber nada de mi hermano, tampoco se que día sale de prisión, pero cuando me ínstale completamente haré hasta lo imposible para saber algo de él.

Con respecto a Tom, Bill, Georg y Gustav, fue prohibida a visitas, por lo tanto no veo sus rostros desde aquel espantoso día.

La pena no me deja dormir normalmente, ver la cara de horror de Tom provocó que me odiara a mi misma, no pude despedirme de él, tampoco se donde a con quien se encuentre.

Debe de estar muy cambiado, tal vez ya ni me recuerde, espero así sea.

No me gustaría volver a causarle daños.

Después de un largo viaje en taxi, por fin llegue a mi nuevo departamento, fui bien recibida por el portero y mis nuevos vecinos, el departamento es súper grande, y muy lujoso, tuve que rentarlo amoblado ta que no tenía absolutamente nada.

La vista era increíble y tenía mucho con que distraerme.

Por suerte mi cuenta de banco nunca se perdió, y tengo mucho dinero allí guardado, por lo que opté por arreglarme un poco y luego iré al banco, quiero comprar ropa, productos para el cuidado de la cara y de la piel, un teléfono, y por supuesto tenis nuevos.

Me di una corta ducha y me puse lo mejorcito que tenía, al terminar comí algo suave y salí de casa, al salir el señor de portería me pidió un taxi, el cual no se demoro mucho en llegar, el centro comercial queda algo alejado de mi nueva casa, más o menos ah veinte minutos, en el camino estuve hablando con el chofer del taxi, ya saben, sobre cosas típicas de la vida.

ROGAR VOL2|| TOM KAULITZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora