Historias De Genshin Impact

1.3. Tighnari 💚

Durante una semana entera no volví a ver al maestro Tighnari, sin embargo Collei nunca me abandono. Siempre me hacía compañía cuando el dolor de cadera era insoportable, como también le hacía compañía con su Eleazar.

También me ayudó a empezar a caminar, el dolor ya no era tan fuerte así que podía dar cortos paseos, la villa Gandharva era hermoso.

También salía a explorar con ayuda de Collei, al parecer estaba tan familiarizada con el bosque que cada vez que nos encontrábamos con un animal, sabía que hacer.

En cambio, yo simplemente me asustaba y retrocedía.

Y como no. No cuento con ningún conocimiento de combate, tampoco arma y mucho menos una visión. Mi cuerpo es frágil de por si y lo único que en lo que soy buena son las plantas, no los animales.

Era frustrante como una niña más pequeña me defendía. Descubrí que Collei tiene 16 años, lo cual le ganó 4 años de diferencia.

Aunque eso no quita el hecho de que nos hicimos mejores amigas. Comíamos y hablábamos juntas. También hacíamos sus tareas juntas: como cocinar, patrullar y etc.

Ahora mismo, estábamos haciendo la cena.

-El maestro ha estado últimamente muy ocupado.- comento la chica.

-¿Si?

-Bueno, no me sorprendería. Últimamente los sabios andan buscando a Tighnari muy seguido.

-¿Y por qué no va con ellos si lo están buscando?

Empecé a remover la olla donde estaba la sopa, Collei cortaba los vegetales y los echaba en la olla.

-El maestro no tiene muy buena relación con los sabios que no sea su antiguo maestro.

-¿Y eso? ¿A qué se debe?

-El maestro dice que la academia solamente es un constructo social para que los corruptos la utilizan a su favor.

Abrí los ojos de par en par, ¿Que fue lo que dijo?

-En conclusión, las personas le dan tanta perspectiva que no ven que las personas malas utilizan eso a su favor.

Collei me dió la espalda, ¿Cómo una chica enferma como ella sabe ese tipo de cosas?

¿Que tiene la academia?

-Por cierto, ¿Volverías a hacer ese dulce de Inazuma? ¡Sabe muy rico!

Solté una risita. Al parecer Collei adora los Dangos. Desafortunadamente no tenemos flores de cerezo, sin embargo encontré una flor que tiene pétalos aromáticos parecidos.

-Voy a buscar los ingredientes.- dije.- Encárgate de la sopa.

-Dejamelo a mi.- Sonrió.

Tome mi bolso y baje del gran árbol, no quería adentrarme tan profundo al bosque por miedo de que me ataquen.

Igual ya era de noche, el bosque se encontraba oscuro y podria encontrarme con cualquier peligro y Collei no podría salvarme.

Había encontrado una fuente de flores cerca, era un pequeño escondite que había encontrado por suerte. Cuando llegue, reconocí una flor morada que en el centro era blanco. Me arrodille en el suelo, empezando a recolectar las flores y dejándolas en mi bolso.

Había encontrado unas 5 o 6, suficientes para hacerle Dangos para unos días. Cuando ya iba a regresar, una luz titilante captó mi atención.

Mire a todas partes, buscando aquella luz. Sin embargo no la encontré. Cuando iba a regresar nuevamente la vi, está vez mire de reojo, aquella luz venía de una roca.