1.6. Tighnari 💚

132 11 0
                                    

No puedo negar que en el momento en que Tighnari se sentó en la cama, justo a mi lado después de pedirle amablemente a Collei que se retire: me desmaye.

Tighnari sin duda alguna se asusto bastante, cuando había despertado de aquel prolongado desmayo, estaba recostada en mi cama con Tighnari encima mirándome preocupado.

Alado estaba Collei con toallas húmedas, hiervas y muchas mantas. Y después lo supe: había colapsado.

Tighnari me negó las tareas diarias durante dos semanas, también me negó salir de la habitación durante ese tiempo y bueno.

Era aburrido estar aquí encerrada. Collei venía cada cierto tiempo y hacíamos cosas juntas, pero no era lo mismo.

Alegremente las semanas no se hicieron muy largas y logré salir de aquel martirio mucho más rápido.

Y sin darme cuenta, ya había regresado a mi puesto de aprendiz junto con Tighnari. La única diferencia es que no lograba concentrarme al 100% teniéndolo cerca.

Justo como en esta ocasión.

—¡Tn! Te estoy hablando.— la mano de Tighnari entro en mi campo de visión, llamando.— ¿En qué tanto piensas?

Desde aquel día no quiso tocar el tema nunca más y no sé si eso me aliviaba o simplemente me hacía enojar más.

—Nada..— murmure, dando media vuelta.— Deberíamos de terminar rápido, pronto va a oscurecer.

Era peligroso estar ambos a solas. Y no me refería al tipo de peligroso que nos vemos envueltos todos los días.

—Estas rara.— dijo.— Puedo saber que es?

Su mano me tomo, jalando suavemente con un dejé de preocupación. Mis mejillas ardieron y mis piernas empezaron a flaquear.

—No estoy rara.

Hizo aquella mueca que acostumbraba a hacer cada vez que Cyno hacia un mal chiste.

Solté una suave carcajada al recordarlo. Ya lo extrañaba y hace una semana vino de visita.

—Bueno, tal vez si lo esté un poco.— Confesé. Alce la vista observando la mirada curiosa del zorro.— Tus orejas se ven tan lindas que me dan ganas de morderlas, pero estoy segura que te negarias.

Aquel comentario puso en alerta al pobre, quien se alejo con el ceño fruncido. Obviamente que odiaba la idea de morder sus orejas.

Me rei levemente.

—Ahora regresemos a casa.

Me di media vuelta, dándole la espalda y tratando de escapar lo más rápido posible. Pero sus brazos me detuvieron mientras me enrollaba desde atrás.

—¿Podemos hablar de lo que ocurrió?

Mi estomago rugió y ya estaba segura de lo que vendría a continuación.

—¿De que quieres hablar?— susurré.

—Que tu a mi también me gustas.

Su aliento erizo cada parte de mi cuerpo. Sin evitarlo mire hacia atrás encontrándome a unos cuantos centímetros de distancia.

—¿Que?

—Me gustas.— Susurro nuevamente contra mi oreja.

Un escalofrío me recorrió de pies a cabeza. Me mordí el labio, inconscientemente y no me había dado cuenta cuando el ya se había acercado. Bueno, había agachado la cabeza para poder encontrarse con mis labios.

—¿Puedo?— pregunto.

En mi interior no me resistí a su ternura, asentí y sus labios se estrellaron con los míos. Está vez me detuve a saborearlos como era debido.

Cuando nos separamos nos quedamos mirando uno al otro.

—Creo... Creo que es tiempo de regresar, va a oscurecer.— dije.

Tighnari asintió, separándose para luego ir adelante del camino. Algunas veces llegaba a ser bastante directo y otras tímido.

Nos quedamos en silencio durante un largo rato. Me sentí incomoda y me tomo unos segundos tomar la valentía de hablar primero.

—¿Puedo...?

Presto total atención, esperando que continuará con lo que iba a decir. Una idea maliciosa cruzó mi mente.

—¿Puedo pedir que hablemos en privado en tu oficina?

—Claro, ¿Deseas profundizar lo que hablamos?

Su mirada se desvío al cielo que tomaba un color más oscuro. Un pensamiento sucio paso por mi mente, pero al parecer teníamos diferentes ideas al respecto. Sacudí la cabeza antes de contestar

—Si, quiero... Hacerte una pregunta.

El zorro asintió, el corto camino que nos quedaba me explico el funcionamiento de algunas hierbas medicinales que encontramos en el camino.

Primero avisamos a Collei nuestra llegada y dejamos lo que habías recolectado, comimos algo y luego fuimos a la oficina.

Tome asiento frente al escritorio mientras Tighnari sacaba el libro que estaba leyendo actualmente.

—Entonces, ¿Que querías decir?

—Si yo te gusto.— Dije. El asintió confirmando.— Y tu me gustas. ¿Que se supone que somos?

Tighnari se quedó en blanco, sin saber que responder al respecto. Tardó unos segundos en recomponerse y pensar cuidadosamente lo que diría.

—Seria bastante irresponsable de mi parte que me guste mi aprendiz.

—Y que me guste mi maestro.

—Mmm.. ¿Que recomiendas?

Sonreí levemente, inclinandome hacia delante.

—Que renuncie a ser tu aprendiz.

—¿Que? No.— frunció el ceño. Solté una risita ante su inesperada reacción.

—Dejare de ser tu aprendiz, para ser tu compañera. Suena mucho mejor, ¿No? Igual ya estoy lo suficientemente calificada para ser una guardabosques, ¿No?

Se llevó una mano al mentón, pensando cuidadosamente. Al final una sonrisa apareció en su rostro y asintió.

—Bien, me parece justo. Aunque tendrás que realizar la prueba de guardabosques en la academia.

—¡Si!

De la emoción te levantaste y saltaste a sus brazos, quien te recibió efusivamente.

Te tomaste unos segundos para mirarlo detenidamente.

—Cuando sea una guardabosques igual que tú, ¿Sere algo más que tú compañera?

Se quedo observandome durante un largo rato, una sonrisa suave se aproximó.

—Si, te aseguro que serás más que mi compañera.

Y sin más, le robe un beso que continuo dulcemente. Tighnari podría ser el maestro con más paciencia Pero como algo más era la cosita más dulce del mundo.

—Oh, y quería pedirte otra cosa.— sonreí.

—¿Que?

—¿Puedo... Tocarte las orejas?

—No.

—¿¡Que!? ¿¡Por qué!?

—Porque no.

Con cuidado me hecho hacia un lado, alejándome lo más que pueda de el. Su actitud dulce fue intercambiado por una de recelo.

Sus orejas se cayeron, ocultandolas de mi.

—No pienso dejarte tocarlas ni morderlas.

—¡Lo había dicho de broma antes! ¡Lo juro!

—No te creo.

Y así, pasamos el resto de la noche discutiendo sobre sus orejas.

Historias De Genshin Impact Donde viven las historias. Descúbrelo ahora