Capítulo 13

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No le era fácil relajarse, menos cuando tenía un montón de reporteros apareciendo diariamente en el gimnasio y las redes sociales no hacían otra cosa que criticar su humillante derrota.

Era consciente de que llamaba más la atención cuando hacía algo mal que cuando hacía algo bien. En retrospectiva; cuando ganaba, los medios le adulaban y daban noticias suyas durante un promedio de una semana y media. Sin embargo, tras su derrota, los medios no parecían saciar esas ansias por destruirle con comentarios. Como si ellos fueran los que subían al ring, como si alguno de esos idiotas tuviera idea del esfuerzo mental y físico que se requería para mantenerse como el más fuerte del momento.

Aunque bueno... para ese momento ya ni siquiera estaba seguro si podía seguirse autonombrando de esa forma.

¿A caso el más fuerte perdía? ¿A caso el más fuerte se permitía a si mismo perder la concentración por lo que el público gritaba?

No, por supuesto que no.

—Eres aburrido— le dijo Heesung junto a él en la barra de ese bar desconocido para otros, familiar para ellos. Agitó el vaso con hielos y dio un sorbo a esa bebida que parecía disfrutar—. Bebe, necesitas relajarte— agregó para animarle a probar la bebida que había elegido para él.

Jaekyung pronto sintió en su garganta el ardor típico que experimentaba cuando bebía las sugerencias de Choi Heesung, no le encantaban, pero tampoco eran asquerosas y si algo podía reconocerle, era el buen gusto.

—No está mal— dijo con mueca de aburrimiento y bebió un poco más.

—¿Quieres hablar sobre Dan? — mierda... casi se atraganta con la bebida ¿A caso ese idiota sospechaba algo? ¿Lo habría visto siguiendo a Kim Dan con la mirada alguna vez? ¿A caso había podido presagiar sus emociones contradictorias mientras entrenaban tras rebelarle que lo llevó consigo a casa?

Carraspeó. Le hizo una seña al camarero para ordenar otra bebida igual y miró a Heesung.

—¿Qué tiene que ver Kim Dan con todo esto?

—No lo sé— Heesung sonrió y lamió el vaso—. Pensé que tenías intenciones de preguntarme algo sobre lo nuestro.

—¿Sobre lo suyo? — le arrebató la bebida al camarero y bebió de prisa. Choi Heesung podía tener intenciones oscuras cuando se interesaba por una persona, era idiota y decía vulgaridades, pero no. No era un mentiroso. No caería tan fácil, debía retomar el control de sus pensamientos y restarles importancia a las cosas.

—Nos miras mientras hablamos. Siempre lo miras, estás ansioso cuando se interesa más por mí que por ti y no parece que hayas recibido la noticia de que vivirá en mi casa con entusiasmo.

—Suposiciones tuyas. Los miro porque estamos cerca y lo miro a él porque considero que pierde demasiado tiempo contigo en lugar de hacer tu trabajo.

—Suena lógico— no eran los juegos de ingenio. Así que tras una larga charla en la que debatían sobre quién era el mejor candidato para Kim Dan en el caso hipotético de que existiera un romance, terminaron desvariando demasiado.

El camarero les conocía bien, se podía decir que era casi como el tercero del grupo y para cuando pasaba de la media noche, terminó por advertirles que no les serviría más.

Estaban sonrientes, se abrazaban amistosamente, traían a Kim Dan a colación cada que podían y Heesung contó su historia de amistad que se convirtió en amor siendo un preparatoriano. Lloró en el hombro de Jaekyung y le dijo que por más que se acercaba a Kim Dan, este no parecía tener los mismos sentimientos, tal era su indiferencia que era incapaz de darse cuenta que le coqueteaba.

¿Y si fuera cierto? (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora