Capítulo 23

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Era adicto a su boca húmeda, a su expresión de placer y a esos sonidos que dejaba escapar cuando se perdía dentro de él.

Sorprendió a Kim Dan tomándolo entre sus brazos y lo colocó a horcajadas sobre su cuerpo desnudo. Lo miró fijamente a los ojos en medio de la penumbra, antes de recorrer sus mejillas con los dedos y sostenerle después de la barbilla.

—Muévete. Reclámame como si fuera de tu propiedad, piensa que soy tuyo, sólo tuyo.

Kim Dan lo acogió dentro de él con lentitud y lo miró a los ojos para marcar el ritmo de sus embestidas. Eso era lo que buscaba, quería hacerle sentir que era el dueño de la situación, de todas las sensaciones que provocaban juntos.

Jaekyung reconoció una sacudida que le hizo ir lento al principio hasta que ese ritmo se tornó insuficiente para ambos y sus movimientos cambiaron hasta ser mucho más rápidos y profundos. Él se incorporó, apoyándose en el cabecero de la cama y emitió un gruñido contenido cuando Kim Dan lo abrazó y se frotó contra su erección con más fuerza.

—Córrete— le susurró al oído y Kim Dan tembló entre sus brazos, soltó un sonido ronco y gimió. Le mordió el hombro justo cuando él también se vaciaba en su interior.

No podían seguir, Kim Dan venía de un vuelo que superaba las 12 horas y lo más justo era ponerle pausa al deseo y centrarse en algo más. Hablar, por ejemplo.

Se quedaron quietos, abrazados a pesar del sudor que les adornaba la piel. Jaekyung le apartó el cabello que se había pegado en su frente y dejó un beso suave ¿Cariñoso tal vez? No lo entendía, el caso es que se sintió un poco ridículo y temía decir tonterías.

—Haremos que esto funcione.

—¿Lo diría una vez más? — Kim Dan se restregaba contra su pecho y le sentía olfateando su piel.

—¿Qué?

—Que me quiere.

—Ya lo dije.

—Por favor, sólo una vez más.

—No seas caprichoso— juguetearon con los dedos de sus pies. Se abrazaron en silencio hasta que sus respiraciones recuperaron su ritmo normal y le pidió que entrasen en la ducha.

No dejaron de besuquearse, uso sus dedos para ayudar a Kim Dan a limpiar su interior y le susurraba con coquetería que no se excitara de nuevo.



Kim Dan cambió la ropa de cama, se movió de prisa y le pidió unos minutos antes de que volviera a entrar en su habitación, Jaekyung aprovechó para intercambiar mensajes con Choi Heesung y este le dijo que se aseguraría de que la abuela no regresara hasta la mañana siguiente, prometió cuidar de ella y tratarla como se merecía, incluso anexó una selfie en donde se les veía sonrientes y pasándola bien.

—Puede entrar— él iba en calzoncillos, pero Kim Dan llevaba puesta una camiseta y shorts. Se tumbaron en la cama y disfrutaron del agradable olor a suavizante de las sábanas.

Fundieron sus bocas en un beso apasionado en el que no se consideraban las opciones de autocontrol, razonamiento, o hablar antes de actuar.

—Pensé que estarías muerto de cansancio por el viaje— le dijo acariciándole el rostro y dibujando en el contorno de sus labios.

Kim Dan era... atractivo, si eso era. Con ese lindo rostro y esa mirada transparente que dejaba ver a través de él. Se sonrojaba, temblaba y lo miraba a él como si fuese lo único que existía en aquella habitación.

¿Y si fuera cierto? (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora