Lɪʙᴇʀᴛᴀᴅ ᴅᴇ ᴀᴍᴀʀᴛᴇ || Sᴜɢᴀᴡᴀʀᴀ Kᴏ̄sʜɪ

－ᑕᗩᑭITᑌᒪO 12.

✿꧁Lɪʙᴇʀᴛᴀᴅ ᴅᴇ ᴀᴍᴀʀᴛᴇ꧂✿

—...Resulta que ahora es mi novia.

Suga guardó silencio esperando alguna respuesta por parte de su madre, quien la miro completamente sería.

Al ver esa expresión en su rostro, el albino entró en pánico mientras buscaba algunas palabras para agregar a su reciente confesión.

Nada. No se le ocurría nada. Por el amor de Dios, la verdad no esperaba que su madre reaccionara de mala manera, esto era demasiado.

Algunos segundos eternos después, su madre finalmente sonrió.

—¡Felicidades, Kōshi!—La mayor estira uno de sus brazos para revolverle el cabello.—¡Kozume-chan es una buena chica! Espero que la estés cuidando bien.

Sugawara cerró los ojos y suspiró con alivio, escondiendo su cara avergonzada sobre la mesa.

—Si mamá...—Respondió y nuevamente guardó silencio.

—La primera vez que vi a Kozume-chan pensé que era una chica linda, y ahora resulta que es la novia de mi querido hijo, ¡Que alegría!—Su madre sonreia a más no poder. Estaba verdaderamente feliz por su hijo.

Sugawara también sonrió. Su madre era lo más preciado que tenía y por esa razón se alegraba que lo haya tomado bien. Demasiado bien.

El chico volvio a suspirar y levantó su rostro, el cual se tornó serio en un par de segundos.

Si madre al ver su expresión, ladeó un poco su cabeza en señal de confusión.

Suga cerró los ojos un momento, cuando volvió a abrilos finalmente habló.

—Hace dos semanas que terminó el campamento del Fukurodani.—Recordó.—Falta poco para que también acaben las vacaciones de verano.—Su madre seguía sin comprender, pero aún así continuó escuchando.—Quiero ir a verla, mamá. Quiero verla antes de que volvamos a la escuela. Quiero verla antes de ya no poder hacerlo...

Se cortó a sí mismo al sentir sus mejillas húmedas. Pasó una de sus manos sobre ella y secó algunas lágrimas que habían comenzado a caer.

Luego de haber tenido esa última conversación con _______ y haberlo analizado con Yachi, Sugawara se había vuelto aún más sencible con el tema de no poder verla cada vez que quisiera.

La mujer abrió un poco sus ojos en señal de sorpresa al ver a su pequeño hijo llorar de esa manera. Se levantó de su lugar, se acercó a él y lo abrazó.

Kōshi continuo llorando por algunos minutos. En realidad no podía detenerse.

Ellie acariciaba su espalda en un intento de que Suga se calmara, que al parecer estaba funcionando.

Cuando su llanto finalmente cesó, su madre le sonrió.

—¿Estás bien?—Preguntó ella acariciando esta vez su cabello.

—Si... Lo siento.—El de cabello plateado sonrió un poco.—Lo de la distancia me tiene un poco mal. Ya sabes...

—Si, lo sé.—Aseguró la mujer.—Puedes ir, Kōshi, lo sabes. ¿Necesitas dinero?

—Estoy bien, mamá. Tengo lo suficiente.—Sugawara limpió sus últimas lágrimas y le sonrió a su madre.—Gracias.

Ellie sonrió y asintió.

Más tarde, Suga ayudo a la mayor a limpiar y guardar lo que habían utilizado para la cena.

Hablaron un poco más y pronto ambos se fueron a sus respectivas habitaciones.