Lɪʙᴇʀᴛᴀᴅ ᴅᴇ ᴀᴍᴀʀᴛᴇ || Sᴜɢᴀᴡᴀʀᴀ Kᴏ̄sʜɪ

－ᗴ᙭Tᖇᗩ I.

✿꧁Lɪʙᴇʀᴛᴀᴅ ᴅᴇ ᴀᴍᴀʀᴛᴇ꧂✿

—¿No quieres ir conmigo? —preguntó cierta chica de ojos miel a su hermano mientras guardaban sus cosas para salir del salón—. No creo que le importe a Ellie-san.

—No, gracias —respondió Kenma con un tono de voz flojo.

—Tienes hasta mañana por la mañana para pensarlo.

—Lo tendré en cuenta —dijo, mientras agarraba su mochila y se la ponía en los hombros—. ¿A qué hora te vas?

—Sugawara-san tiene escuela a las ocho y treinta, se va de casa a las ocho en punto, y el viaje de Tokio a Miyagi es de cuatro horas y veinte minutos... Si me voy a las seis de la mañana, llegaré pasadas las diez y tendré tiempo para organizar todo y hablar un poco con Ellie-san. —Realmente no le estaba dando una respuesta a Kenma, solo se puso a calcular el tiempo en murmullos—. Sí, porque Suga-san sale de la escuela a las tres y treinta de la tarde, y Sawamura-san me dijo que el entrenamiento se había suspendido por inspección del gimnasio... —Puso una de sus manos en su mentón en señal de que aún estaba pensándolo. Miró a Kenma—. Sí, me iré a las seis de la mañana.

—Ah...

_______, al igual que su hermano anteriormente, tomó su mochila y la colgó sobre sus hombros.

Comenzaron a caminar hacia la salida de su salón cuando divisaron a Kuroo apoyado en el marco de la puerta, esperándolos.

Al ver que sus amigos ya habían terminado su pequeña charla, se incorporó y frunció el ceño.

—La última campana sonó hace diez minutos, ¿qué se supone que estaban haciendo? —habló con un tono de reproche.

—¿Y tú no nos esperarías en el primer piso? —reclamó la chica.

—Se tardaron mucho y me aburrí —respondió sin más, comenzando a caminar por el pasillo hacia las escaleras.

—Pues te hubieras ido primero —reclamó esta vez Kenma.

—¿Y arriesgarme a que te corras del entrenamiento? Claro que no.

—¡Oye! ¡Yo podía llevarlo! No había necesidad de que volvieras a subir —le gritó Kozume un poco más atrás.

—¡Ni hablar! Tú lo dejas hacer lo que quiera.

La de orbes miel no volvió a decir nada. Tenía razón, y eso fue un golpe bastante bajo para ella.

Volviendo al tema anterior, Sugawara cumplía años al día siguiente, y _______ de alguna manera logró convencer a Kenma de que la dejara ir a Miyagi. ¿Qué era perder un día de clases? Detalles. Suga era más importante.

El año pasado, Kozume igualmente fue hasta Miyagi para pasar el rato con Kōshi, pero volvió ese mismo día a Tokio. Esta vez sería diferente. ¡Estaría lo que restaba de la semana en casa del peligris! Es decir, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo.

De alguna manera, la madre de Sugawara convenció a Kozume para que se quedara en su casa toda la semana. Eso sí, Kenma no estaba de acuerdo con que _______ pasara tanto tiempo fuera de casa. Pero, ¿qué más podía hacer? Ella estaba emocionada, y él no era capaz de robarle eso.

Kozume corrió hacia Kuroo, apoyó sus manos sobre sus hombros y luego saltó sobre su espalda, aferrándose a él con una pequeña sonrisa adornando su rostro.

—¡_______, LA FALDA! —A Kenma casi le da un ataque cardíaco al ver a su hermana saltar, provocando que la falda de su uniforme se levantara un poco.

Kozume y Kuroo comenzaron a reírse de la reacción de Kenma. Obvio que a _______ no se le vería nada; tenía puestas sus medias y un short bajo su falda.