—¿Estás seguro de que es aquí? —inquiero mientras me asomo por la ventana del taxi.
Henrik está tan perplejo como yo.
—Sí... ¿Es aquí?
El taxista, un latino, nos responde también en español:
—Es aquí, Malibu Dreams, sí, la clínica de desintoxicación.
Si mi quijada cae más me quedaré así para toda la vida.
—¿Cuánto me está costando esto? —murmuro.
Henrik levanta mucho las cejas.
—No sé, pero espero que te recuperes pronto o te quedarás sin dinero.
Asiento.
Pagamos y bajamos del taxi.
Una mujer, vestida con un traje tan similar a los que usa Mailén, se acerca con una enorme sonrisa. Camina con paso firme en medio de unas altas columnas griegas... Sí, griegas, porque la casa principal parece transportarte a Grecia.
El jardín es enorme. Estoy seguro de que no conozco todas las flores que hay en éste.
Oh, tiene estatuas de leones a los costados de la entrada.
—Bienvenidos, señor Dogre, señor Jarvi. Mi nombre es Anne, seré su anfitriona en el tour de bienvenida y también su asesora asignada para cualquier petición o sugerencia que puedan tener —saluda ella con un discurso ensayado y la sonrisa de anuncio de pasta dental—. Una persona llevará su equipaje, no se preocupe.
—Hola —Es todo lo que alcanzo a decir.
La mujer amplía más su sonrisa.
—Síganme, por favor, les enseñaré las instalaciones y su habitación. Mañana conocerá a su equipo de trabajo.
—¿Puedo venir de vacaciones? —pregunta Henrik mientras empezamos a caminar detrás de la mujer.
Ella ríe.
—Lamentablemente no, señor Jarvi, es un sitio exclusivo y privado para la recuperación de nuestros pacientes. De hecho —Se detiene. Nosotros casi nos estrellamos con ella. Gira y extiende sus manos—. Necesito que me entreguen sus celulares.
Y lo hacemos, ya sabíamos que era así. Además, pude dejarle un mensaje a Aura para avisarle que ya habíamos aterrizado, ella sigue en su vuelo.
La mujer los guarda en las bolsas de su elegante saco, sonríe y vuelve a encaminarse con nosotros.
—Oh, mira, tienen sala de música —señala Henrik. Al medio de la casa principal se encuentra una habitación circular donde hay un piano y, obviamente, una guitarra—. ¿También hay sobre población de guitarristas?
La mujer ríe, mas no responde.
Supongo que sí.
Unas garzas, trazadas en líneas azules, me regresan la mirada desde esas paredes curvas.
El lobby parece copia de uno de los hoteles de lujo de la familia de Dimas. Es blanco con acabados dorados y con muebles que parecen costar mi casa completa, quizá hasta la del vecino.
Nos lleva por los jardines, las piscinas —ni pude contar cuántas eran—, los edificios y me indica la casa, frente al mar, que será la mía.
Una casa completa para mí solo.
Sin embargo, la impresión por la majestuosidad de la clínica de rehabilitación resulta insuficiente para controlar la ansiedad que comienza de nuevo a apoderarse de mí.
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La melodía de Auric - Libro 2
RomanceAura ha descubierto las adicciones de Eric. Eric se ha enterado del embarazo de Aura. Su mayor sueño y el peor miedo colisionan. Eric deberá tomar una decisión que podría despertar sus más grandes temores, aquellos que nunca logró superar y, por fin...