7 años antes
de la invacionPov Narrador
Suistin Enalyé, fue el encargado de trazar las estrategias de combates para las defensas del mundo, cuya elección fue tomada por el pequeño consejo.
Suistin al darle estas noticias se sentía algo agobiado, abrumado y confundido, ya que faltaban solamente siete años para la llegada de los dragónes. No entendía por qué no le habían avisado desde un principio, simplemente se lo hicieron saber con una carta de un día para el otro.
El estratega al principio no acepta ésta responsabilidad, no quería ser el causante de la muerte de millones de jóvenes guerreros, sus días de trazar masacres para él; habían terminado.
Tras el paso de los días tocan a su puerta muy temprano en la mañana, Suistin no esperaba visitas por lo que no tenia ni remota idea quién pudiese ser. Al abrir la puerta se sorprende ya que en frente de él se encontraba el mismísimo Sergot de Panintie, Suistin no se sorprende, pero tampoco se queda sin hacer nada, le da la bienvenida al elfo y lo invita a tomar un té caliente a lo cual Sergot accede gustosamente.
Una vez las tasas servidas sobre las mesas habla Suisten mientras se sentaba en su acogedora silla.
-Sé a lo que has venido, y mi respuesta sigue siendo no, señor Sergot.
El elfo ríe mientras enfría el té con sóplidos.
-Ya se que fue impropio de nuestra parte haber mandado una simple carta al mejor estratega que ha visto este mundo, por eso he venido personalmente.
-Escuche, no quiero más sangre en mis manos más de las que ya hay, me da igual que solamente me hayan mandado una carta o que hayas venido a verme en persona, la respuesta seguirá siendo: no-se niega rotundamente el viejo estratega.
-No pido que derrames esa sangre te pido que evites el derramamiento masivo. Pido que salves a mis hombres.
-¿Salvar setenta y que mueran treinta eso es lo que me estás pidiendo? Eh Sergot.
-Por favor, sé que no te hace falta el dinero, pero ganarás muchísimo, una cantidad incontable. Por favor, señor Suistin, hazle un último favor, no a mí, sino a éste mundo, y ayudeme a salvar a mis hombres-ruega Sergot con la cabeza gacha.
-Este mundo no ha sido muy bueno conmigo, pero le daré otra oportunidad- contesta Suistin parandose de su silla rumbo a un espejo.
-Estaríamos eternamente agradecido con usted-contesta Sergot acabandose el té y preparando para partir.
Una vez en la puerta Suistin le recuerda.
-En toda querra hay muertes señor Sergot, esta no será la excepción.
Sergot le da los detalles hacia donde Suistin se tenía que dirigir para reunirse con éste, el estratega se dirige al aposento de su hija, despertándola, la cual aunque lo hace se tira una sábanas encima.
-¿Pero qué haces, papá?- pregunta la joven confundida de notorias ojeras.
-Levanta Briana, hay trabajo que hacer- responde Suistin.
-¿Y de qué se trata?- pregunta despeinada, y tragando saliva.
-Después te digo, ahora vístete.
Y así salen los dos en busca de materiales de trabajo. Pero, ¿quiénes eran estos dos? ¿Quién era ese Suistin y por qué lo eligieron a él?
Suistin Enalyé, mejor conocido como: El trazador de la guerra, era un humano de mayor edad, ya olvidado, éste en sus tiempos se le conocía como el mejor estratega de todos los tiempo, trazando múltiples estrategias de combate con todos los estilos de luchas en sentenales de batalla, las cuales todas y cada una de ellas tuvieron éxito. Este viejo poseían en su mente cada rincón del mundo, se sabía al detalle cada isla, cada campo, cada río, causa por la cual Sergot lo escogió a él.
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Sangre De Un Dragón
FantasíaEl cielo está a punto de ser cubierto de bestias, las cuales no osan a tener un destino fijo, se desmoronan los grandes imperios, los suelos se agrietan y los mares se ponen turbios. Está al construirse un frente de batalla, en el cual reinará la mu...