Tristeza - Narrado por Iris

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Triste. Triste era como me sentía. El primer día que volví a la escuela estaba muy feliz por volver, ver a mis amigas de nuevo, estar con ellas. Era la primera vez que estaba feliz en mucho tiempo, en el que me deprimí y no quería a veces ni comer. Fue un trabajo muy duro para mi papá, quien me estuvo apoyando desde un inicio, sin concentrarse en su propio dolor.

Estaba feliz por volver, pero cuando lo hice, me enteré de un audio supuestamente creado por Uma, que decía, entre risas, que yo era una exagerada, que la muerte de mi madre no significaba nada y que podía venir al colegio igual. Esto me rompió. No me podía imaginar como una amiga me podía hacer algo así. Al inicio no lo creía, pero lo escuche, es una realidad, lo hizo así sin más.

Quería dejar de ir al colegio de vuelta, pero mi padre no me dejo. Él sabía que aparte de mi madre, había otro problema que hacía que no quisiera ir, pero no se molestó en preguntar. Me conoce, sabe como soy y que no quisiera hablar con nadie de estos temas.

Monika vino conmigo a preguntarme por que estaba sola, yo estaba leyendo tranquila tratando de olvidarme de todo lo que paso y no tener que estar bajo los ojos de nadie. Hablamos un rato y me desquite un poco. Sé que parece que soy una exagerada tal y como dijo Uma, pero me siento como si el mundo se derrumbara sobre mí y no pudiera hacer nada para detenerlo. En este punto no sé si enojarme con Uma o no, me siento tan mal que me parece casi imposible demostrar otras emociones. Una sonrisa cuesta mucho. Quiero ser feliz como las otras personas, como lo era antes, pero no puedo, necesito el apoyo de alguien y sé que tengo a mi papá, pero mis amigas son lo más importante de mi vida y vernos así separadas me duele y mucho.

Siento a mi papa hablándome, "¿Qué?" Pregunto con mis únicas fuerzas, mi papá dice que se me hace tarde para el instituto.

-No quiero ir.- Me quejo volviéndome a acostar. Mi padre no me deja, me agarra los brazos y trata de levantarme.

-Vamos, dale, no podes estar así toda la vida- Hace una pausa, no sabe si hablar o no hablar -No sé qué es lo que te pasó en la escuela, pero sé que estas mal por lo de mamá ... yo también, pero ella querría que sigamos adelante.

No sabía que decir, lo estaba mirando fijo a los ojos, y aunque me acababa de despertar, entendía todo. Entendía como mama murió, murió de cáncer, después de un tiempo de haberlo padecido. Cuando me dijeron que ella tenía esa enfermedad sentí una tristeza inexplicable. Intente no deprimirme y ser fuerte para ella. Esos últimos días de su vida pude contemplar lo buena persona que ella era y que nunca hubiera merecido esto. Pasamos buenos momentos, reímos, fueron las ultimas sonrisas que tuve. Y en el funeral, no lloré. Estaba en shock. Sabía que iba a pasar, iba a morir, pero no lo podía asimilar, era algo que antes de su enfermedad nunca me puse a pensar, nunca pensé que algún día la iba a perder. Disfrutaba tanto el tiempo con ella que se me paso tan rápido... y ahora ya no está.

-¿Iris?- Me di cuenta de que seguía mirando a mi padre.

-Ya me levanto, perdón.- Papá salió de mi cuarto aún mirándome tristemente.

Me cambié, casi ni desayuné y salí para la escuela.

Al llegar, me escondí en mi casillero donde guardaba todas mis cosas para que nadie me mirara. Permanecí allí durante un rato, hasta que sonó el timbre. Agarré los libros que necesitaba y cuando cerré la taquilla estaba Amelya esperándome.

-¿Vamos?- Pregunto caminando al lado mío, ya sabiendo mi respuesta.

Ni siquiera me esforcé en hablarle. Claro que nada de lo que me estaba pasando era su culpa pero no tenía fuerzas para hacer contacto con alguien.

Vi a lo lejos a Owen, quien no me hablaba desde hacía días. Según las chicas ella no estaba de mi lado junto con Lily. Eso me dolía también, pero tenía que fingir que no.

Como suena una mentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora