Reencuentro - Narrado por Owen

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Desde aquel día en el cementerio nunca más volví a ver a Xianne. Su rostro seguía apareciendo en mí mente cuando no estaba pensando en mí hermano. Era algo que nunca había sentido, elle me generaba una sensación extraña, cómo si me hubiera hecho entender muchas cosas. Con solo haber compartido un par de palabras pude sentir que había cierta conexión, y mil preguntas crecían en mí.¿Le gustaría lo mismo que yo? ¿Qué opinaría de mí? ¿Cuántos años tendría? ¿La volvería a ver algún día? Su pelo era raro, sus ojos tenían un brillo diferente a los demás, todo él transmitía un aura extraña; quizás alegre, quizás indiferente, quizás... no lo sé. Su sonrisa me generó... felicidad. Es como que era tan alegre que podía alegrar a todas las personas a su al rededor ¿Era eso posible? Nunca pensé que alguien podría hacerme feliz sin siquiera intentarlo. Sobre todo cuando muchas personas trataron de hacerlo sin parar y no obtuvieron buenos resultados. Hasta ahora, las únicas personas que (a veces) conseguían hacer que me olvidara de todo por un rato, o, aunque sea, le restara importancia, eran mis amigas. Uma, Lily, Monika, Amelya, Iris... todas ellas.

Después de aquel día en el cementerio nunca volví a ver a Xianne, o al menos, no la busqué bien. Ya que a penas entrar al colegio, escuché una risa que me era familiar a lo lejos. La misma me hizo quitar mi mirada del suelo y levantarla, para ver ese cabello rubio con mechas azules que me parecía tan extraño. Estaba hablando con una profesora que yo no conocía, de algo que les generaba risa o algo así, ya que Xianne parloteaba de un lado a otro. La profesora la miró disgustada y toció para llamar su atención. Me pareció vulgar e irrespetuoso, aunque no acostumbraba a opinar de lo que hacían los demás; me era indiferente.

—¿Estás bien? ¿Estás enferma, profe? ¿Te puedo ayudar con algo? Creo que...— Decía preocupada Xianne, moviendo sus manos bruscamente, haciendo múltiples gestos.

—Giovanna, te dije que no toques la lista con los nombres de tus compañeros — Interrumpió sin piedad la profesora — Es la quinta vez que te ponés un nombre distinto, la escuela no acepta tales faltas de respeto.

Espera... ¿Cómo que Giovanna? ¿Xianne era trans?

—Pero... ya hablé muchas veces con la psicopedagoga sobre eso...

Sonó el timbre para que cada uno entrara a su respectiva clase, a lo que la profesora se fue sin decir una sola palabra más, dejando con una expresión decepcionada al rostro de Xianne.

Mis piernas se movieron solas hacia ella, no pude hacer nada para evitarlo. No podía soportar ver que su tan contagiosa aura se deprimiera y volviera triste. No, no podía ver a alguien más pasando por algo así. Creo que no se dio cuenta de que me encontraba allí, ya que hasta que no puse una mano en su hombro ella no se notó influenciada por mí presencia. No supe qué decir, ni siquiera había sido consciente al acercarme hacia ella. ¿Qué se suponía que dijera? No era buena relacionándome con la gente. Nunca lo fui. De hecho, fueron Lily y Uma quienes me incluyeron al grupo en primero de primaria, sino no hubiera hecho ningún amigo hasta el día de hoy.

—E... ¿Estás bien?— Fue lo único que conseguí que saliera de mi boca cuando los ojos marrones de Xianne se posaron sorprendidos en mí.

—¿Owen? Por fin te diste cuenta de que vengo a la misma escuela que vos — Se rió la rubia con una sonrisa amigable

—Pensé que tampoco sabías.

—En realidad sí sabía. Te reconocí días después de haber hablado con vos, pero como no me viste y parecías triste no me acerqué. 

Me sorprendí. También me abrumó la corta distancia a la que nos encontrábamos por lo que di un pequeño salto hacia atrás y me alejé un poco.

—Ah...— Respondí con una mano en mi cuello trasero, tocando las puntas de mi cabello corto.

Como suena una mentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora