Perder - Narrado por Uma

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Jojo puede irse a la mierda. Le dije que tenía que esperar con Gema, que no tenía que adelantarse. ¿Qué fue lo primero que hizo? Besarla. Dios. ¿Para qué se supone que le doy un puto consejo si ni siquiera me va a escuchar? Hice memoria, recordé ese día que le dije que esperara un poco y fuera con calma; Jojo estaba en las nubes. Estaba como en un trance, pensando en otra cosa. Y yo ahí, cómo pelotuda, preocupándome por ella y tratando de ayudarla con todas mis fuerzas.

No la entiendo, no entiendo nada de Jojo. Es tan misteriosa. Oculta todo. ¿Por qué no me dice nada si somos amigas? No, la pregunta es... ¿somos amigas? ¿Realmente me considera su amiga? Porque recuerdo que las últimas veces que mencioné la palabra "amistad" hablando con ella se puso nerviosa y cambió del tema al instante. ¿Qué le pasa? Me frustra tanto no saber nada de alguien. Es muy extraño para mí; la gente suele confiar al 100% conmigo y contarme todo. No tengo ningún problema con ello, de hecho disfruto hacer reír a alguien cuando se encuentra mal. Pero con Jojo... es diferente.

No tenía ganas de levantarme a ir al colegio, pues ya eran las 6:50 y llevaba más de 20 minutos dando vueltas en mi cama porque no me quería mover. Se hicieron las siete, siete y diez... hasta que mi mamá golpeó la puerta de mi habitación, "Uma, levantate" dijo. Suspiré y me senté sobre mí cama. Aunque ya era super tarde, me vestí igual y salí rajando para la escuela. La señora que vivía conmigo (alias mi mamá), me saludó desde lo lejos mientras yo corría. Realmente no me importaba, no le devolví el saludó. Después de todo, a la vieja le chupó un huevo cuando se enteró de lo que mi primo hacía conmigo.

Crucé la puerta de entrada y el preceptor, que andaba por ahí buscando qué sé yo, me gritó que todos estaban en el aula 5 y que me apurara. Sonreí, amigable, y seguí corriendo como si no hubiera un mañana. Por suerte y gracias a los dioses (ahre), cuando entré al salón la profesora estaba copiando algo y ni se percató de mi llegada. La que si lo hizo fue Lily, quién me hizo una seña para que me sentara en el asiento vacío a su lado.

Suspiré, exhausta.

—Dios, creo que nunca corrí tan rápido en mi vida— Comenté entre jadeos

—Siempre que llegas tarde decís lo mismo. Osea, casi toda la semana — Se burló Lily, alias "señorita que llega siempre puntual"

Literalmente tuvimos la clase más aburrida de la historia (es decir, a quién en su sano juicio le gusta física), y el timbre del recreo fue como una ráfaga de esperanza y libertad. A pesar de que todos ya se habían ido, yo me quedé sentada reflexionando sobre si irme al aula de música a practicar las canciones o no. Por cierto, había decidido que la canción que cantaría en solitario sería "Beautiful Things" de Benson Boone. Es que realmente representaba lo que estaba sintiendo en este momento. No refiriéndome a Jojo, sino... a Monika. Es como... algo a lo que antes estaba acostumbrada y ahora se estaba yendo cada vez más lejos.

Chequeé mi celular: quedaban 25 minutos para que el recreo terminara. Mierda, pensé. Me levanté del asiento, tomé mi cuaderno y mi celular, y me dirigí directamente hacia el salón de música.

Entré, y como esperaba, el rostro de Jojo se hizo visible.

—Cómo no me sorprende verte acá...— Dije con un risa falsa, sentándome a un par de metros de distancia de la chica de ojos verdes, y tomando la guitarra que acostumbraba a usar cuando practicaba allí.

Jojo no hizo nada más que silencio. Esto me descolocó aún más.

—¿Posta no vas a...?

—Quiero practicar, callate— Respondió de manera brusca mientras se levantaba y tomaba su micrófono.

Comprobó un par de veces si funcionaba y luego puso el instrumental de "Friends". Si hablábamos de que yo estaba desquiciada, pues ahora lo estaba mucho más.

Como suena una mentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora