Mi primer dia en la nueva escuela fue algo extraño. En primer lugar, la clase fue insignificante, me presentaron pero parecía que nadie lo notaba. No hablé con casi nadie. Todos estaban pendientes, por lo que escuché, de un audio hecho por una chica hacia su mejor amiga, que decía cosas malas de ella y no sé qué. No lo vi tan importante, pero a la salida, vi a dos chicas discutiendo y una se desmayó. Tuvieron que llevarla al hospital. Traté de ayudar pero los profesores me dijeron que no me preocupe y que ellos iban a hacer todo para ayudar a la chica. Además, cuando me acerque, una chica morena de pelo castaño oscuro no me dejo pasar y empezó a insultarme. No la insulte, solo me defendí, porque noté que estaba demasiado preocupada como para pensar bien y no tenia intenciones malas.
Cuando me fui de esa escena, vi a la otra chica que estaba discutiendo. Se veía tan triste... era como si la hubieran traicionado y nadie le creyera, como si todo se le venia abajo y no sabia que hacer. Como si tratara de hablar pero no funcionara. Me le acerque, pero a penas me vio salio corriendo. Crei escuchar que lloraba.
Al dia siguiente no estaba tan animada por asistir a mi nuevo colegio, pues me había llevado tal desilusion que me había afectado anímicamente. Mi "yo" de ayer estaba feliz por un cambio, ya que en el pasado no había conseguido formar amistades y había terminado algo agotadora.
Busque accesorios para complementar el aburrido uniforme escolar pero me desanime aun mas cuando note que no tenia mas que un broche blanco con perlas que me habían regalado cuando gane el torneo de matemática. Solia ser mi favorito, pero luego me canso debido a mi repentina baja emocional. Lo que paso fue que me di cuenta de que no le había dado importancia a relacionarme con la gente y solo le había prestado atencion a mis calificaciones, que tampoco eran perfectas.
Finalmente me lo coloque en el cabello y Sali para la escuela. Alli, me encontré con dos chicas que parecían estar hablando. No las conocía ni sabia de que estaban hablando, pero al acercarme me di cuenta de que no era una charla normal, estaban discutiendo; sentía la tensión en el ambiente. Vi sus miradas amenazantes y lo confirme. Cada una estaba parada firmemente lo que demostraba que no tenían intenciones de perder o dejar de pelear.
-Te gusta molestar, veo. No estoy para esto, Gema, molesta a otro.- Dijo una de ellas, cuyo cabello era de un castaño tan oscuro que fácilmente podría confundirse con negro si no fuera por el brillo que este poseía, eran destellos dorados. Sus ojos, un verde claro, un verde pera, que se hacia cada vez mas claro en el centro, dejando que resaltara. Su mirada era muy hipnotizante.
-Se nota que tan solo mi presencia te incomoda- Dejo escapar una corta risa soberbia -Debe ser que por fin te diste cuenta de que soy mejor que vos en todo.- El tono de voz de esta chica, llamada Gema, era irritante. Sonaba tan vanidosa que me daban ganas de golpearla. Aun asi, su apariencia era impresionante. Su cabello, anaranjado con mechas rosadas, y sus ojos de un celeste tan claro como el cielo. Su piel, blanca casi palida con unos labios rojizos y unos rasgos tan delicados que parecía una modelo.
No quería interrumpir pero la chica de ojos verdes estaba a punto de golpear a Gema y decidi intervenir. Tome el brazo de esta antes de que su puño pudiera tocar el rostro de la otra.
Automaticamente, sobresaltada, movio el brazo de manera abrupta y me grito.
-¿¡Que haces?! ¿Por qué me interrumpis?