¿Cómo son? - Narrado por Sarah

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-¿Concurso?- Pregunté

-Sí, se hace todos los años.- Me respondió Amelya, una chica con la que estaba hablando hacía un rato. También estaba Monika. Ellas esperaban a alguien, yo no sabía a quién, y me invitaron a estar con ellas e ir al salón juntas.

-¿Y hasta ahora quienes van a participar?

-Escuché que Uma va a hacer un dueto con Jojo, además, nosotras estamos pensando presentar algunas canciones, pero muy poquitas.- En el momento que Amelya mencionó a Uma, Monika miró hacia el suelo. Pensé en qué podría haber pasado entre ellas y llegué a la conclusión de que Monika también pensaba que Uma había hecho ese audio. Yo no estaba segura de que Uma hiciera eso, y me sentí mal por ella. Pensé en que si yo fuera ella, me sentiría devastada al saber que mis amigas no confiaban en mí. Aún así, veía arrepentimiento en los ojos de Monika, como si no estuviera segura de alguna decisión que hubiera tomado.

Seguimos hablando durante un rato hasta que una chica de pelo naranja oscuro vino hacia nosotras. La reconocí al instante; Iris. Era la chica que se había desmayado aquella vez. Su pelo era ondulado y estaba atado a la altura de su cuello, sus ojos eran verdes claros y tenía pecas que cubrían casi todo su rostro. Sus lentes redondos combinaban su apariencia y llevaba un entero de jean con una remera rayada de colores. Todavía no podía creer como una chica que daba tan buena vibra y que era un sol podría tener tantos problemas y aún así estar feliz o por lo menos eso aparentar y hacer que los otros estén felices. Era una persona maravillosa y eso se notaba.

Hacia unos momentos, antes de hablar con las chicas, Monika se había disculpado conmigo por no haberme dejado ayudar a Iris, dijo que estaba muy nerviosa y preocupada por ella. Lo entendí, las amigas son así y eso es hermoso.

-Hola chicas.- Dijo tranquilamente.

Amelya y Monika la ahogaron en un fuerte abrazo e Iris se echó a reir. La soltaron y Amelya la agarró de los hombros.

-¿Estás bien? ¿Hace cuánto saliste? ¿Qué te dijo el médico?- Agitada, no paró de hacer ese tipo de preguntas hasta que Iris la frenó.

-Tranquila, estoy bien. Ya estoy mucho mejor.

-¿Te lastimó?- Preguntó Monika fríamente tratando de no mostrar emoción, aunque se notaba su tristeza.

Iris se quedó en silencio durante unos segundos, suspiró profundamente y por fin habló.

-No, tranquila. ¿A ustedes?

Siguieron hablando sin mencionar su nombre, pero notoriamente de Uma. Allí me di cuenta de que ellas la consideraban sin ningún tipo de dudas una villana, una mala persona.

Luego de una charla de algunos minutos de las tres chicas Iris volteó su mirada hacia mí y se lamentó por no haberme visto antes.

-Perdón... ¿tu nombre?- Dijo

-Sarah, soy de su misma clase.

Iris miró a Monika y Amelya confundida y algo perdida. Ahí recordé que ella nunca me había visto al estar tan concentrada en su problema con la castaña y aparte por sus problemas personales. Era totalmente entendible, probablemente ni siquiera había sabido que yo estaba cuando se desmayó.

-¡Ah!- Exclamó como si hubiera recordado algo -Vos sos la que estaba cuando me desmayé, ¿no? Las chicas me contaron.

Asentí.

-Muchas gracias por preocuparte, debés ser una buena chica.

Agaché levemente la cabeza como señal de agradecimiento hacia ella y volví a mi posición normal. Nos quedamos hablando un rato y noté que las tres chicas eran muy buenas y se llevaban muy bien. No veía cómo alguien podría lastimarlas, se veían muy amigables e inocentes. Una amistad sana y tranquila, que no molestaba a nadie.

Fuimos al salón y desde una esquina, vi a Uma mirándonos con una expresión indescifrable. No podía creer que por una vez no pudiera descubrir qué pasaba por su cabeza. Era un completo misterio en ese momento.

-¿Hola? ¿Sarah?- Dijo Iris para que dejara de mirar a Uma -No la mires, no seas tan obvia.- ¿Obvia por qué? Yo no estaba metida en el problema, ni siquiera había hablado una sola vez con la castaña de ojos verdes.

-Sí, sí, estoy. Perdón.

Luego de la clase salí sola hacia el baño cuando escuché, por la puerta, dos chicas discutiendo, nuevamente. Al inicio pensé que serían Gema y Jojo, como la otra vez. Esas dos se odiaban definitivamente y nunca podrían llevarse bien, tal y como la pelirroja dijo.

Entré y vi a una chica con el pelo corto y negro, pálida y de ojos celestes, y al frente de ella, Amelya. Estaba allí peleando con aquella pelinegra. Amelya le decía que cómo apoyaría a Uma, quién había lastimado a Iris fatalmente y que no se merecía el perdón de nadie. La chica le respondía que ella no era culpable y que ellas eran las malas amigas por no creerle y ni siquiera dudar un segundo. Esta vez, no intervení por mi cuenta, no lo haría por segunda vez y alteraría todas las cosas.

Amelya volteó al sentir mi presencia y dejó que la pelinegra siguiera insultandola.

-¿Qué pasa, Sarah?

La muchacha de pelo corto me miró exaltada con esos ojos celestes achinados y me dio un escalofrío.

-Nada- Dije de forma entrecortada -No quiero meterme, perdón.

Amelya me siguió mirando sin saber qué decir mientras la otra chica se dio la vuelta y pasó por mi lado para irse. Antes de eso, se frenó a mi izquierda.

-¿Te doy un consejo? No te juntes con este tipo de personas, que traicionan a sus amigas y ni siquiera les creen en nada. Son traicioneras y mentirosas, mejor juntate con otra gente.- Pronunció cada palabra como si fuera la última que podría decir en su vida. La miré asustada a sus ojos de gato y compartimos una mirada de unos 5 segundos hasta que me empujó levemente y se fue. Miré a Amelya expectante, para que me de alguna explicación, pero no lo hizo.

Dejó de mirarme y se cubrió la cara con ambas manos cansada, como si estuviera agotada de todo. Pensé en irme y dejarla tranquila pero mi intuición me dijo que me quedara y hablara con ella. Me acerqué y puse mi mano en su hombro.

-Tranquila, no me voy a alejar de ustedes. No sé qué pasó con exactitud, pero no creo ni que ustedes ni ellas sean malas.

-Ojalá todos pensaran como vos. Es imposible venir a la escuela estando así, ya me cansaron.- Suspiró -Maldita Uma, complica las cosas. La odio.

Me sorprendí al escuchar esas palabras. Sabía que Amelya quería mucho a Iris y que estaba enojada, pero pensé que sería algo temporal y que podrían hablarlo, pero luego de escuchar eso no tuve aquella certeza.

Amelya se miró al espejo con los ojos vidriosos y entre cerrados. Se notaba muy agotada. Vi cómo se aguantaba las lágrimas que querían salir. Por esta razón salí del baño para dejarle su espacio, sabía lo que era esa sensación y era horrible no poder descargarse por tener a alguien cerca. A pesar de eso, no me fui del todo, me quedé escondida detrás de la puerta y escuché cómo lloraba silenciosamente. Ahí, me fui completamente ya que no podía invadirla más.

¿Qué estaba pasando con estas chicas?¿Por qué se odiaban tanto y la pasaban tan mal solo por un audio? Después de todo, Iris se veía bastante bien.

Como suena una mentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora