Prólogo

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Durante toda su adolescencia le gustó Shōto.

Desde joven era tan magnífico y elegante que atraía tantas miradas como podía.

Izuku no era la excepción.

Lo seguía con la mirada de lejos, no se atrevía a acercarse como lo hizo en su infancia con Kacchan, porque Shōto era diferente.

Tenía porte, tenía dinero, tenía lujos, lo tenía todo, era de otro mundo, era inalcanzable.

Lo veía ignorar a quien sea que le hablase y no consideraba su igual, limitando su círculo el cual estaba conformado por la hermosa Yaoyorozu y el imponente Iida, ambos tan atractivos y adinerados como él.

No tiene oportunidad, lo sabe, se conforma con mirarlo de reojo y suspirar de vez en cuando.

-Deku-kun- Levanta la vista, Ochako le sonríe -Tengo noticias- Dice con un sonrojo poniéndose de cunclillas a su lado para susurrar a su oído -Iida-kun me pidió una cita.

Expande sus ojos con sorpresa y lleva su mirada hacia atrás, donde Iida los miraba atentamente y le sonríe al chocar con sus ojos verdes.

Le devuelve la sonrisa a Tenya antes de volver a enfocarse en su mejor amiga.

-Te felicito.

Al menos ella había conseguido llamar la atención del chico que le gustaba, uno igual de fantástico y genial que Shōto, pero menos antipático.

Fue cuestión de semanas para que luego de citas y salidas, Iida le pida ser su novia a Ochako, de la forma más romántica posible.

Apareció en el salón con un ramo de rosas más grande que ella y arrodillándose para su propuesta.

Todos estuvieron encantados con la pareja, Izuku pensó en lo bonito que debía sentirse el hecho de que alguien te diera tal detalle, se preguntaba si en algún momento recibiría o daría algo así.

Debido a esa relación fue que empezó a ser invitado a las reuniones o salidas de los tres amigos, Iida, Yaoyorozu y por supuesto, Todoroki.

Para decepción suya, Shōto seguía viéndolo con indiferencia, no se esforzaba en entablar conversación alguna, ni siquiera con Ochako, pero al menos tenía el placer de verlo más de cerca.

-Midoriya-san- Yaoyorozu lo toma del hombro.

Con ella las cosas eran distintas, Yaomomo era muy dulce y gentil, y se esforzaba en no hacerlo sentir que era dejado de lado y lo invitaba a unirse de vez en cuando.

-Se acerca mi cumpleaños, quiero hacerlo... Un poco diferente a las veces anteriores, ya no una simple cena, quiero una fiesta, ¿Crees que puedas ayudarme?

-Por supuesto, ¿Qué tienes planeado?

-¿Por qué le pides ayuda a él? No tiene amigos, apenas y se le conoce por Uraraka- Comenta Shōto, totalmente mezquino.

Izuku baja la mirada mordiéndose el labio inferior con desilusión, lo que decía el bicolor era verdad.

-No digas eso, Todoroki-san, estoy segura de que Midoriya puede ayudarme y dar buenas ideas, que no tenga demasiados amigos no significa que no sea alguien agradable. No le hagas caso, Midoriya-san, a mí me gusta estar contigo- Dice con un leve rubor.

Izuku le sonríe.

No se esperaba que la joven quisiera una fiesta alocada por su cumpleaños veintiuno.

Su casa -mansión- era enorme, así que no debería haber problemas respecto al espacio y sus padres, estaban dispuestos a gastar el dinero necesario con tal de complacer a su pequeño orgullo que definitivamente, merecía la fiesta que quería.

La comida, los bocadillos, el licor, las luces, el toldo, los bailarines, luces en la piscina también y bocinas por todas partes junto a un mini escenario en el patio... Todo se veía genial, iba a ser la fiesta del año.

Y Momo, por supuesto, también le estaba pagando a él por el tiempo que le tomó organizar, investigar y contratar todo.

-No tenía planeado incluir la piscina, pero ahora pienso que será lo mejor de todo, estoy muy emocionada- Dice Momo con una sonrisa.

Izuku se permite admirar lo hermosa que se ve con el vestido pegado a su figura que resalta su figura y el cabello suelto, además de un maquillaje natural y unas cuantas joyas.

-Trajiste tu ropa, ¿Verdad? Ven, te prestaré una de las habitaciones para que te alistes, la gente ya está llegando- Lo toma de la mano escaleras arriba y lo deja en una habitación.

Cuando baja, completamente bañado, cambiado y perfumado, visualiza a unas cuantas personas ya en la sala, felicitando a Momo.

-Deku-kun- Le sonríe Ochako lanzándose a abrazarlo, Iida lo saluda con una palmada en la espalda y los demás comentan sobre su atuendo, haciéndole cumplidos que lo avergüenzan.

Al pasar las horas, todo estaba muy animado, había una banda en el escenario, las luces parpadeaban y sus oídos empezaban a zumbar.

No iba a mentir, sí se la estaba pasando bien, pero estaba más preocupado en intentar encontrar a Shōto, a quien no había visto durante toda la noche, pero tenía entendido que sí asistió.

Llegada la madrugada, busca a Momo para despedirse.

-Quédate, Midoriya-san, sería peligroso volver solo a esta hora, puedes usar la misma habitación que te presté.

Agradece una vez más y sube las escaleras, pero hay un problema.

Hay tantas habitaciones que no recuerda cuál era la suya exactamente.

No recuerda si era la cuarta o la quinta puerta... Quizás incluso era la sexta. Algo dubitativo, toca una de las puertas y la abre, hallándola vacía, sin su mochila sobre la cama.

Va a la siguiente, pero antes de siquiera tocar, se abre desde adentro y una chica sale disparada, chocando contra él, cayendo ambos al suelo.

-L-lo siento...- Murmura ella con un sonrojo.

-¿Estás bien?- Le pregunta, tomándola de la mano para alzarla, como el caballerito que su mamá le enseñó a ser.

-Qué lindo...- Susurra, él se sonroja -E-estoy bien, disculpa por esto...

Un poco confundido, enfoca su mirada hacia adentro de la habitación, topándose sorpresivamente con Shōto, el cual estaba recostado en la cama sin camiseta revisando su celular.

-Todoroki-kun...- Murmura, llamando su atención. La chica se vuelve a disculpar y se retira, pero él está tan embobado viendo al bicolor que no la oye.

-¿Qué haces acá?- Le pregunta Shōto, dejando su teléfono en la cama y avanzando hacia él.

-C-creo que me confundí de habitación... Estoy buscando la que...

-¿Puedes dejar de mirarme así? Me das miedo.

-L-lo siento...- Murmura, bajando la vista con un sonrojo, no pensó que fuera tan evidente.

-Eres demasiado obvio- Gruñe Shōto tomándolo del brazo para que entre, cerrando la puerta tras él con seguro.

-¿Todoroki-kun?- Pregunta confundido.

Pero más confundido queda cuando siente los labios del bicolor sobre los suyos.

Casi Algo [Katsudeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora