Casi Algo [Katsudeku]

16. Segunda oportunidad.

Esa tarde fue un rato junto a su padre solo para corroborar la finalización de la maqueta. El gran Enji lucía satisfecho, admiraba la pequeña obra y estaba emocionado por empezar la construcción.

—Seré yo quien esté a cargo de aquello, a partir de ahora Deku nos deja— Anuncia Katsuki, Izuku asiente.

—Solo soy parte de la planificación, ahora que tenemos su aprobación, Enji-san, mi misión ha terminado y empieza el trabajo duro para Kacchan.

La información descoloca a Shōto, no sabía que el trabajo de Izuku se limitaba a una parte, pensó que iría con él hasta el final, pero al parecer, estaba equivocado.

—Ahora tiene otro proyecto. Sakatama-san estuvo encantado con uno de sus primeros bocetos y lo escogió para el diseño del acuario, Asui será su compañera de planificación esta vez— Opina Yagi revolviendo los cabellos del menor.

—¿Ah?— Bakugō parecía indignado.

—Este es el primer proyecto en el que estarás a cargo de una obra, joven Bakugō, prefiero que te lo tomes con calma. Pero tranquilo, Takeyama estará contigo e Izuku aún tendrá que ir a revisar de vez en cuando.

Shōto sonrió. Ese perro rabioso estaría apartado de Izuku, sería una gran oportunidad para intentar acercarse.

—¿Q-qué haces acá?— Pregunta Izuku confundido al abrir la puerta de la oficina y hallar a Shōto.

—Vine a verte. Tu papá me dejó ingresar, ¿Ese es el proyecto nuevo que tienes?— Pregunta viendo en el interior los cimientos de una nueva maqueta.

—¿Qué haces acá?— Repite, algo incómodo.

—Quiero hablar contigo... De nosotros.

—No hay un nosotros, Todoroki, nunca lo hubo y me lo dejaste muy en claro en el pasado. ¿Es lo único para lo que viniste? Vete, por favor, estoy trabajando.

—Izuku.

—Midoriya.

—Perdón, Midoriya... Sólo déjame hablar contigo, por favor.

—Estoy ocupado, Todoroki.

—Por favor...

Izuku dudó un poco, mas cerró la puerta.

Tantos años había deseado que Shōto lo mirara como lo hace ahora, con anhelo, preocupación, cariño. Sin embargo no se siente dichoso al obtener esa atención.

Se siente confundido.

Porque dentro de él había una parte que aún quería a Shōto, pero también estaba aquella pequeña personalidad que muy pocas veces sale, aquella que le pide ser cruel, egoísta y a tomar represalias contra cualquiera que lo dañó en el pasado.

Cierra sus ojos, recordando cómo fue la primera vez que lo vio en la secundaria, su primer beso en la fiesta de Yaomomo, su primera vez haciendo el amor, las primeras muestras de cariño, la primera vez que dejaron la formalidad para llamarse por sus nombres.