Se levanta gracias a los rayos del sol que están tocando su rostro y casi se ahoga con su propio aire cuando se percata de lo que sucedió horas atrás.
Mierda, mierda, mierda.
¿Qué hizo?
Katsuki estaba dormido pacíficamente a su lado, en su cama, y estaba tan desnudo como él.
¿Lo peor?
No fue una o dos, sino varias veces las que lo hicieron y en todas las posiciones que podía recordar. Sus orejas arden tan solo de pensar en la forma que gritó anoche y el desastre que hicieron de la sala, la habitación y la cama.
Mira avergonzado, las marcas de sus uñas clavadas en los hombros de Katsuki, toma el espejo que está sobre la mesa de noche y enrojece aún más al ver los chupones en su clavícula y parte de su pecho.
Sus pezones están hinchados, sus caderas adoloridas y no va a hablar del líquido que siente en su entrada, pero sí, está irreconocible. Incluso el gato luce traumatizado en la esquina de la habitación.
Siente a Katsuki moverse a su lado, da un pequeño brinco en su lugar.
-Kacchan...
El cenizo abre un ojo, lo vuelve a cerrar y gruñe tomándolo entre sus brazos para aprisionarlo en un abrazo.
-¡Kacchan!
-Déjame descansar- Balbucea besando la oreja de Izuku, que tiembla ante la acción.
Al notar eso, Katsuki sonríe de costado y vuelve a hacerlo, besa y muerde su oreja hasta lamerla.
-K-Kacchan...- Suprime los pequeños gemidos que salen de su boca, se queda en modo tieso al sentir algo despertar allá abajo y rozar con su trasero.
-¿Te gustaría hacerlo otra vez, nerd?
Empieza a hiperventilar, ¿Por qué de pronto Katsuki había amanecido tan descarado? ¿A qué se debía ese nuevo nivel de confianza?
No iba a mentir que sentir la erección del mayor, hizo que la suya propia despertara también. Rendido, asiente ocultando su rostro en el colchón.
A partir de ese entonces, su relación se estrechó más de lo necesario, iban a citas, incluso se daban unos pequeños viajes de dos días a lugares turísticos y llevaban al gato consigo, el trabajo se volvió más divertido y claro, caliente.
Izuku había despertado unos deseos los cuales no sabía que tenía y solo se sentía avergonzado de ellos luego de haber sido satisfecho.
Hacerlo en un jacuzzi, en los baños del centro comercial, en el estacionamiento, incluso en su oficina... Al parecer tenía un fetiche con intimar en lugares públicos y Katsuki estaba más que dispuesto a cumplirle los caprichos.
Pero cuando estaban en casa todo dejaba de tratarse de parafilias y pasaba a ser más sentimental, se llenaban de mimos y abrazos, de brindarse todo el cariño que les hacía falta, el sexo quedaba en segundo plano, su compañía era más que suficiente para que se sientan completos.
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Casi Algo [Katsudeku]
FanfictionEstaba cansado de la falta de compromiso de su... ¿novio? No, ni siquiera eso eran. Pero lo parecían, se besaban, salían, tenían sexo... Sin embargo, todo era a escondidas y este no parecía tener intenciones de formalizar algo. Decía quererlo, pero...