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Me desperté en una oscuridad espesa intentando adaptar mis ojos a ella, buscando por toda la habitación algún rastro de Matty.

Intenté levantarme y un movimiento brusco lanzó ondas de dolor por todo mi cuerpo, empezando por mi estómago, miré mi vientre confusa y pude ver como unas vendas lo cubrían cuidadosamente.

Me moví rápido, sentí el frío bajo mis pies mientras caminaba hacia la puerta.

El pasillo, largo y de paredes azules y blancas estaba vacío, miré a todos lados y no había ninguna enfermera, las puertas de las habitaciones estaban abiertas, me asomé a unas cuantas de ellas sin obtener resultado alguno, caminé hasta el final del pasillo donde se encontraba lo qué parecía ser una sala de espera, tirado sobre las sillas, George miraba por la ventana concentrándose en el movimiento de los árboles, mientras la rubia descansaba su cabeza sobre su hombro.
Me acerqué con cuidado de no despertarla y me dirigí a George.

-¿Dónde está? -Solté bruscamente.

-¿Qué haces aquí?, deberías estar en tú habitación. -Dijo mientras giraba la cabeza lentamente.

-¿Dónde está? -Repetí, esta vez con in tono más desesperado de lo que hubiera deseado.

-Está en la uci. -Dijo bajando la mirada.

-¿Cuál es el número de su habitación?

-Porque no vuelves a tu habitación, duermes un rato y por la mañana coges tus cosas y te marchas. -Dijo distante.

-Perdona, ¿qué?

-He dejado un billete de avión en el cajón de tu mesilla, también hay un par de billetes, dos mil dólares americanos, cógelos, y no vuelvas.

-¿Qué quiere decir todo esto? -Dije con ansiedad.

-Tú te has llevado la mejor parte de esto, tres costillas rotas, tienes el hígado algo dañado, pero no es nada que no se arregle con un par de días de reposo en el hospital, cuando llegues a tu país ve a uno, he hablado con la recepción para que te den un volante médico y te acojan en cualquier hospital de tu país, te he comprado el vuelo y te he dejado dinero, símplemente, vete. -Dijo sin levantar la mirada del suelo.

Mi pecho formó un nudo que a penas me dejaba respirar.

-¿A qué coño viene todo esto? -Dije casi gritando.

-Rélajate, ya no tienes que pensar en nada, vete.

-No pienso irme sin Matty.

-¿Es que no lo entiendes? -Dijo elevando la voz, levantó la cabeza y pude sentir un destello de ira atravesando sus ojos. -Tú eres la culpable de todo esto, Matty está en la unidad de cuidados intensivos con un golpe de bala y dos costillas rotas, y todo por tu culpa, desde el día en el que te conoció has arruinado todos sus intentos de seguir adelante, le dejaste, le hiciste sentir como la mayor mierda, intentó suicidarse y ni si quiera se acuerda de ello, así que discúlpame si pienso que es mejor que te vayas y le dejes solo, lo único que haces es causarle problemas. -Dijo en un tono frío, con una mirada tan neutral que mandó miles de escalofríos por todo mi cuerpo.

-Yo... -Dije con miedo en la voz. -Nunca me hubiera esperado esto de ti. -Continué. -A mi también me han disparado, yo también lo he pasado mal sin él, cada día que pasaba alejada de él su imagen se formaba en mi cabeza, por dios, ¡llegué a creer haberle visto cuando no había nada delante de mi!, todo esto me está destruyendo, y sé que a la larga nada de esto importará y nuestros recuerdos y el recuerdo de haberle amado se convertirá en polvo, pero ahora sé que le amo, y joder, George, tú no eres nadie para decirme que le he hecho daño, sé que lo he hecho, pero de la misma forma él me lo ha hecho a mí. -Sentí como las lágrimas brotaban de mis ojos. -De cualquier forma, no voy a dejarle, no ahora, me duele que pienses eso de mí, pero voy a demostrarte que estás equivocado, él es mío y yo soy suya, hasta que él mismo diga lo contrario, no puedo hacer nada excepto amarle, nunca me han enseñado a amar, nunca me he sentido amada, no sé nada del amor excepto lo que veo en televisión, pero si amarle significa sentir dolor o que me disparen o me den una paliza de muerte, joder, ¡entonces estoy dispuesta a hacerlo! -Grité sintiendo como mis fuerzas se desvanecían y caía al suelo perdiendo el sentido de la conciencia.

Oí la voz de George llamando a una enfermera y ese fue mi último recuerdo.

// por ti, por mi // 2 //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora