-¿Por qué me drogaste esa noche, con la pastilla?-No quiero que pienses que soy un gilipollas, pero me estaba pillando por ti, y pensé que si te follaba se me pasaría y decidí darte esa pastilla para animarte, pero luego decidí que no debería de ser así... -Me miró avergonzado.
-¿Ibas a... Violarme?...
-No, por dios, no, o sea sí, quiero decir no, Dios mío, te prometo que no, pero lo que hace esa pastilla es animar a la gente a hacer cosas... Tú hubieses querido hacerlo, y yo estaba demasiado borracho como para pensar con claridad y después de dártela me di cuenta de que no estaba bien y Dios, lo siento...
-Pero... No te entiendo, dos noches antes, quería hacerlo contigo, y tú no...
-Lo sé, y seguía sin querer hacerlo, pero esa noche se me fue de las manos, soy un jodido cabrón y lo sé, pero te prometo que mi intención no era hacerte daño, lo siento...
-Vale...
-Por cierto, ¿por qué querías follarme esa noche?
-No sé, me apetecía... ¿Por qué no querías tú?
-Porque es tu virginidad, no te la tiene que quitar un tipo cualquiera.
-Vaya, qué considerado.
-aunque ahora sí quieres te despojo de ella, es decir, tan terrible carga durante tantos años... -Río.
-¿Podemos hacerlo en la cocina?, ¿puedo llamarte "papi" mientras lo hacemos o prefieres hacerlo en silencio?
-Dios, eres una pervertida, me encanta.
Reímos.
-No vamos a hacerlo, no aquí. -Dijo él.
-Dios, a este paso no lo haremos nunca. -Dije fastidiada.
-Tiempo al tiempo, además... Yo también te tengo muchas ganas. -Murmuró.
Un escalofrío recorrió toda mi espalda y me ruboricé de nuevo.
-¿Confías en mí? -Dijo él.
-Sabes que no. -Reí.
-Bueno, pues esto va a pasar confíes o no. -Río él con malicia.
Me puso una venda en los ojos y saltó de la cama.
-Levántate. -Dijo con tono firme, la dulzura de su voz había desaparecido.
Comenzó a desvestirme, primero por arriba hasta llegar a los pantalones y después mis zapatos.
-Tienes unas piernas preciosas. -Susurró cerca de mi cuello. -¿Estás nerviosa?
Negué con la cabeza mientras mi respiración se agitaba y mi cuerpo se acaloraba.
-Me-Me das un-un vaso de agua, se me ha secado la garganta. -Dije aguantando la respiración.