2 meses después.
Mi relación con Nick me iba genial, teníamos sexo a cualquier hora del día cuando nos apetecía, sin sentimientos ni cadenas, él hacia su vida y yo la mía.
Supongo que por una parte me estaba ayudando a superar a Matty, no le volví a ver desde esa noche y me iba bastante bien ignorando su existencia o la de Steph, a la cual vi un par de veces en el Mall ya que empezó a trabajar en una de las tiendas y era inevitable no verla cuando iba ahí con las chicas.
Esa tarde me metí en la biblioteca y no salí hasta pasada la hora de cierre ya que me estaba preparando para los exámenes.
Caminé en la oscuridad escuchando música mientras intentaba llamar a Dylan que se iba a salir con Nick a ver un partido, por lo visto se llevaban genial, y sabía de lo nuestro pero procuraba no preguntar demasiado respecto al tema.
Un número desconocido apareció en mi pantalla, deslicé y acepté la llamada.
-¿Leila? -Escuché la voz ronca del novio de mi madre en la otra línea. -¿Dónde estás?
-Acabo de salir de la biblioteca, ¿sucede algo?
-Necesito hablar contigo, ¿podríamos vernos mañana? -Su voz sonaba automática, sin expresión alguna.
-Claro, ¿ha pasado algo?, ¿mamá está bien?, ¿estáis bien?
-Te contaré todo mañana... -Su voz tembló.
Colgó y me mandó un mensaje con la hora y el lugar.
Llegué a casa treinta minutos después, estaba haciendo facetime con Dylan que me estaba contando sobre el partido, reía sus bromas cuando alguien llamó a mi timbre.
-¿Qué coño haces aquí?
-Te necesito, me estoy muriendo, por favor, por favor... - Se acercó a mi y me besó con ternura.
Matty estaba ebrio, en mi puerta a la una de la mañana.
-¿Estas bien? -Escuché a Dylan desde mi móvil.
-Necesito que vengas ahora mismo. -Dije sintiendo como volvía a romperme por dentro.
-Leila, escúchame... -Dijo Matty pasando a mi casa. -Te necesito, fui un idiota, la cagué, enormemente, pero no tienes ni idea...
He estado sufriendo todos estos meses, te he dado tu espacio para que estés bien, pero no puedo estar separado de ti, te amo, te amo más que a mi mismo, me estoy volviendo loco, por favor... Perdóname. -Dijo sujetando mi cara entre sus manos. -Te necesito tanto.Matty's pov.
Estaba estática, sus ojos me miraban con indiferencia y dentro de mí todo mi mundo se derrumbaba, llevaba meses alejado de ella, cometí el peor error que podría haber cometido.
Ella era el amor de mi vida, mi alma, mi todo y la destrocé sin piedad.
-Me siento como una mierda, no podía estar más jodido, jamás conseguiré perdonarme a mí mismo, pero, ¿lo harás tú? -Dije arrastrando un poco las palabras.
Ella me miró unos segundos, se llevó la mano al cuello y tiró con fuerza de una cadena hasta romperse y dejar marcas rojas al rededor de su cuello que al parecer no la molestaron.
Cogió mi mano y depositó algo en ella.
Era el anillo que le regalé.
-¿Sigues sin entenderlo verdad?, no se trata de perdonarte, ya no siento nada, debería estar enfadada, dolida, pero no lo estoy, ya no siento nada, sólo quiero desaparecer. -Dijo con un hilo de voz. -Me has vuelto piedra, otra vez. -Me miró con rencor. -Ojalá pudiese llorar y sacarlo todo, sacarte a ti, me he estancado, pero no lo haré junto a ti.
Su frialdad me rompió por dentro.
-¿Has llegado a amarme de verdad alguna vez? -Pregunté tragándome el nudo que se formaba en mi garganta.
-Sigues sin entenderlo. Ese es el problema, siempre te amé y tú nunca lo entendiste.
-Lo siento, lo siento tanto... -Sentí caer mis lágrimas.
Alzo la mano y limpió mis lágrimas.
-Solo quiero que estés bien, que salgas adelante y tengas una buena vida. -Agachó su rostro y rozó mis labios hasta fundirnos en un tierno beso. -Pero no quiero formar parte de ella.
-¿Cómo pretendes que viva sin ti cuando tú eres mi vida?
-Intenta encontrar la manera, como yo. -Se sentó en el sofá y me arrastró junto a ella.
Puse mi cabeza en su regazo como un niño, ella limpió mis lagrimas con ternura y me acarició el pelo con delicadeza.
-Siempre voy a amarte, pero me has destrozado. -Susurró con una dulzura quebradiza en su voz.
Cogí su mano, la besé y dejé que prosiguiera su recorrido de caricias por mi cuello y mi pelo.
-¿Crees que me merezco alguien que pueda amarme después de lo que te he hecho? -Susurré.
-Te mereces ser feliz, Matty, por mucho que te empeñes en lo contrario. Yo siempre te amaré, siempre... Pero yo también merezco serlo...
-Eres un ser humano maravilloso, jamás podré perdonarme...
Me daba tanto asco a mi mismo, no sé cómo he podido hacerle esto, a ella, a mi vida, mi todo.
No sé cómo arreglarlo y me estoy desmoronando.
-Hazlo, porque yo ya lo he hecho, quiero que seas feliz, hazlo por mí, me gustaría mucho verte bien, lo eras todo para mí...
"Lo eras todo para mí"
Sus palabras son tan sanadoras y reconfortantes como dañinas.
Ya nunca volveremos a ser, nunca volveré a sentir de la misma forma en la que ella me hizo sentir...
Alguien llamó a la puerta y ella se levantó.
Era un chico un poco más mayor que ella.
-Matty, necesito que te marches, esto ha sido demasiado para mí, por favor prométeme que te vas a cuidar...
Me levanté con dificultad para dirigirme a a puerta.
-¿Volveremos a vernos algún día?
Ella simplemente sonrío y desvío la mirada al mismo tiempo que cerraba la puerta.