Capítulo III

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Anthony.

Un año después...

«¡Que puto calor!» pienso, doblando las mangas de mi suéter hasta los codos mientras camino por la calurosa calle Villa De Pecadores en Maliex en dirección al Circulo, uno de los tantos pubs de los que Tiana-cobarde-Marcela me dejó a cargo.

Al principio, me sobrecargaban todas las obligaciones que tenía como Anthony —el estudiante y luego empresario—, El Creador —dueño del Circuito y todos los piques en las diferentes ciudades— y Bystryy —que se encargaba de la administración de los pubs con el nombre de El Círculo y sus derivados—, así que decidí que, una vez al mes, me estaría pasando por cada negocio (todos), para asegurarme del buen funcionamiento en cada uno y pues... Hoy le tocó a Maliex, dónde hay un Círculo y un Pick.

Y si el maldito calor y la caminata no fueran suficientes, Anderson Montier —el culpable de que estemos a pie— y Dereck Novoa—quien perdió en el piedra, papel o tijera con él—, no dejan de joder e irritarse mutuamente en sus propios idiomas.

—Haces más preguntas que Johann, por amor a Dios —se queja Dereck en ruso, cuando, por enésima vez, el español pregunta por qué vamos a andando, como si no fuera su culpa.

—¿Por qué siempre tienes que mencionarlo? —protesta Andy sin cambiar su jodido idioma.

—¿Porque es mi hermano? —sugiere el ruso con obviedad, y una sonrisilla al ver su reacción defensiva.

—Es molesto.

—¿En serio? —los interrumpo—. Yo creo que es más molesto que no sean capaces de tener una conversación en un idioma común.

—¿Que pasa? —pregunta Andy con burla— ¿Se te ha pasado la hora de la siesta y por eso estás tan enojado?

—Eso, eso. —Dereck se ríe, como pocas veces.

Ambos chocan los cinco y yo niego con la cabeza, preguntándome qué estúpido razonamiento me llevó a pensar que ellos serían los mejores compañeros de viaje.

Tal vez porque, al ser tan opuestos —Andy es solo sonrisas divertidas y bromas tontas mientras Dereck es más serio y poco humorístico—, y compartir poco, creí que ambos se mantendrian en silencio y se ocuparían de sus deberes, que son totalmente diferentes, pero ¡Es Andy! Lo estúpido fue creer que su personalidad tendría límites por la compañía.

Bueno..., en realidad, Johann siempre ha sido ese límite, porque mientras los otros se han adaptado a la perfección a trabajar en equipo —cuando no hay carreras de por medio, al menos; ahí seguimos siendo competencia—, ellos simplemente se la pasan compitiendo entre sí como si aún fueran rivales, discutiendo como perros y gatos e ignorando todos los esfuerzos de los demás por mejorar su convivencia.

Por más que lo pienso, no soy capaz de determinar por qué no son capaces de trabajar en conjunto por más de cinco minutos.

Llegamos al local y yo sigo sin encontrar la respuesta.

Los guardias de seguridad nos reconocen al llegar, y abren las puertas de cristal para darnos paso al interior que está considerablemente más fresco que el exterior, gracias al aire acondicionado.

Siendo media mañana de un sábado de primavera, el lugar se encuentra vacío y limpio, permitiéndonos apreciar la distribución y decoración.

Normalmente, todos los pubs son iguales, pero, por alguna razón que no me he molestado en preguntar, ¡Este tiene un escenario de un metro de altura justo en la pared frente a la entrada! Junto a él, está la caseta del Dj, a ambos costados se encuentran las dos barras gemelas, decoradas con una serie de taburetes cada una, y estanterías detrás, repleta de toda clase de licores. Y la pista de LED está en medio de ambas.

La Oscuridad De Anthony [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora