Capitulo XVI

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Tiana.

—¡Pues entonces hay que cambiar las jodidas reglas! —estallo, harta de la discusión que lleva una hora sin que ninguno haya encontrado una jodida solución al desastre que hubo en el Circuito de Invierno.

A pesar que ya ha pasado un mes y medio, no nos habíamos podido reunir para hablar del tema, ya que el señor Anthony Meyer, no se ha aparecido a ninguna puta reunión. Y aunque esta vez no es la excepción, decidí que, con él o sin él, ya debíamos tenerla.

Por lo tanto, desde que empezamos, hemos estado discutiendo el tema alarmante: el Stunt. Nadie, de ninguno de los dos equipos, pudo superar las acrobacias de los Reembreck, por alguna razón que nadie ha logrado explicar. Ni siquiera la Piker ésta que ha sido un puto dolor en el culo para mí desde que la conocí en el Circuito.

—¿Y que propones? —me pregunta Johann, regresandome al tema y a la discusión que tenemos en la mesa de la sala de juntas en el Circuito.

Suelto un suspiro de frustración y me dejó caer de espaldas en mi silla de lider. He dedicado los pasados dos meses desde mi llegada a ponerme al día, tanto en la nueva competencia en el Circuito, como en los cambios y amplificaciones que Anthony hizo en el Círculo. Aún sigo agradeciendo haber podido contener mi sorpresa cuando me enteré que ya no teniamos los catorce pubs que yo dejé desperdigados por todo el país, sino que ahora teníamos cinco más, desperdigados en diferentes países del continente. Y que el último se inauguró hace solo cinco meses.

Sin duda, Anthony estuvo bastante ocupado los pasados tres años.

—No lo sé —admito—. Lo he dicho sin pensar.

Por un momento, la sala de queda en silencio, como si todos estuvieran tratando de hallar la manera de solucionar este desastre.

Lo que más me llena de frustración, es que este tipo de situaciones, Anthony es quien mejor las lleva, ya que su capacidad para hacer planes y que le funcione es... Simplemente sorprendente, pero no, el carbón sabrá el diablo donde carajos se encuentra hoy; cuando Tyler ha llamado a su apartamento —porque a él no se le dió la puta gana de atender el móvil—, la prometida le dijo que había salido muy temprano.

Honestamente, yo no supe si debía creemelo o no, porque para este punto ya no conozco a Anthony Meyer.

«Tengo la desgracia de compartir muchos contratos contigo... Así que nos veremos tan seguido como no pueda evitarlo, pero ahora que sí puedo... Espero que no nos veamos pronto.» sus frías palabras ayer, sin siquiera molestarse en mirarme, se siguen repitiendo en mi cabeza con fuerza. Y aunque he tratado de excusarlo bajo el hecho de estar ebrio, la verdad es que lo dijo con tal seriedad y practicidad, que solo pude pensar que llevaba mucho tiempo pensándolo.

—No es un mal comienzo para crear una idea. —La intervención de la Piker, tras minutos de silencio, se gana la atención de todos. Especialmente porque es la primera vez que opina—. Si —dice ante la mirada inquisita de rodos—, Khala ha dicho algo que a ninguno se nos ha pasado por la cabeza. —Hizo un gesto hacia mi, que la miraba confundida.

—¿Que cosa, exactamente? —pregunte.

—Lo de cambiar las reglas —aclaró, pasando su mirada calculadora por todos los rostros—. Hasta donde yo sé, este Circuito tiene más de once años, y las normas no han cambiado desde entonces. Tal vez, si...

—Esperen un momento, Queen Party y Khala —interrumpe Dereck, levantando una mano sobre la mesa en dirección a la pelirroja y la otra hacia mí—. Cambiar las normas es un proceso que lleva muchísimo tiempo, tanto la creación, como la aprobación, y peor aún, la adaptación de los consumidores. Además, esta es una conversación que, sin la presencia de Bystryy, ni siquiera deberíamos estar contemplando tener.

La Oscuridad De Anthony [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora