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Ya estaba todo listo, o al menos casi todo para el traslado de mi papá, dentro de poco llegarían por él, solo me faltaba decírselo a él, me daba miedo su reacción

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Ya estaba todo listo, o al menos casi todo para el traslado de mi papá, dentro de poco llegarían por él, solo me faltaba decírselo a él, me daba miedo su reacción. Tomo una bocanada grande de aire con el valor reunido abro la puerta de la habitación, todo está en total oscuridad, si no fuera por la ventana que tiene las cortinas abiertas, no se vería nada, veo a papa que me está mirando a mí, me da una pequeña sonrisa y me hace señas para que me acerque a él. 

Está conectado a un montón de cables, que lo están monitoreando, me duele verlo asi, pero debo de ser fuerte y es por eso que retengo mis lágrimas, él necesita verme fuerte, sé que lo pondría mal, verme llorar. Tomo asiento a su lado mientras tomo su mano, le doy un beso sobre el dorso de su mano, deteniéndome un segundo, pues siento las lágrimas querer salir. 

—Mi pequeña luz - dice papa con la voz ronca 

—Pa... No hables, debes de guardar reposo - lo veo tragar saliva, sus ojos están cristalinos, él también quiere llorar 

—Tremendo susto que te he de haber dado - suspiro y niego

—No pienses en eso, papa. 

—Hija... Me explicaron lo que tengo, mucho no entendí, pero sé que es algo grabe

—Lo es papa, pero con el tratamiento correcto y siguiendo las indicaciones de los doctores, todo estará bien 

—Karol, hija, todo eso debe de ser carísimo, es dinero que no tenemos 

—Vos no te preocupes papa, yo ya he resuelto todo 

—¿Todo? ¿Y cómo? 

—Tuve un poco de ayuda. Tendremos un poco de ayuda... — digo bajando la mirada, pero él me hace levantar la mirada, al colocar su mano debajo de mi barbilla y hacer que lo mire 

—¿Qué es lo que hiciste Karol? - niego al ver su mirada asustada 

—Nada malo papa, ¿Recuerdas al chico que el otro día me llevo a la casa? 

—¿El del carro bonito? - sonrió y asiento 

—Asi es él, se llama Ruggero, él me a brindada ayuda con todo eso 

—¿A cambio de qué? - niego 

—A cambio de nada papa, te he dicho que es mi amigo, de hecho él quiere que te lleven a un mejor hospital que está especializado en cardiología 

—No, Karol, no puedo aceptar la ayuda de un completo desconocido - hago una mueca, sabía que esto sucedería 

—No es un desconocido papa, es mi amigo y me está brindando su ayuda 

—Karol... — lo corto con los ojos llenos de lágrimas

—El problema que tienes es grabe papá, que necesita ser atendido con urgencia, por qué si no puede pasar lo peor ¿Sabes que es lo peor? - él baja la mirada - Eres lo único que tengo, te pido que por una vez en la vida, dejes de pensar en como le are, y me dejes ayudarte. Ahora es mi turno de regresarte un poco de lo mucho que vos me has dado a mí. Papá te amo y aria lo que fuera por ayudarte, para verte bien, para tenerte conmigo por muchos años más, vos no me puedes abandonar también. Vos no papá

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