Miro con asombro la imponente propiedad, que veo desde aquí, acabamos de llegar, para acceder a la propiedad, se tiene que hablar con un parlante, una vez que Ruggero dice su nombre, el gran portón se habré, mientras Ruggero sigue manejando, aprecio más a detalle cada cosa de la propiedad. Tiene un gran jardín delantero, el pasto está verde y bien cortado, las plantas están bien cuidadas, tiene hasta una pequeña fuente, Ruggero estaciona frente a la puerta, principal
—Es preciosa esta casa - digo desasiéndome del cinturón de seguridad
—Esta casa es el sueño de mi madre, esta casa se construyó a base de mucho esfuerzo y trabajo, no siempre fuimos ricos - lo volteo a ver
—¿En serio? - pregunto incrédula, él asiente, también mirando la casa
—Mi papá y mamá emigraron desde Italia a Argentina, sin un peso en el bolsillo, solo con el sueño de un mejor futuro. Mis padres vienen de muy abajo, papá comenzó trabajando en una editorial, donde ganaba muy poco, mamá por su parte era mecerá en un restaurante de comida rápida. Papá comenzó a escalar en la editorial poco a poco, no era fácil, entonces después de 5 años, el dueño de la editorial, al ver el empeño de papá, le hizo la oferta de venderle la editorial, era un pierde o gane, papá, no sabía nada de negocios, ni como manejar una editorial. Para ese entonces yo ya existía y la cosa estaba cada vez más difícil, mamá había dejado de trabajar, para hacerse cargo de mí, sobrevivíamos con lo poco que ganaba papá. Cuando papá le comento esto a mamá, pego el grito en el cielo, en primer lugar, por qué no teníamos la plata, para eso, en segundo, por qué a mamá no le parecía una buena idea, era cierto que papá era bueno en lo que hacía, pero no sabía nada de como manejar una editorial. Aun asi papá creía ciegamente en su sueño, y logro convencer a mamá, el señor, fue, muy accesible con mi padre, hicieron un contrato, no recuerdo en cuanto le dejo la editorial a mi padre, pero recuerdo que primero tenían que dar una cantidad, grande y después eran pagos pequeños cada mes. No fueron años fáciles, aun asi papá fue persistente y casi cinco años después, cuando mamá se enteró de que estaba embarazada por segunda vez, no solo el pequeño vino a alegrar nuestra vida. Si no que a la editorial le comenzó a ir mejor, publicando grandes éxitos en la industria de la lectura, papá se asoció en ese entonces con algo de la secretaria de la educación, comenzó a publicar libros para las escuelas, fue cuando la editorial comenzó a crecer muchísimo, más. Por eso es que te digo, yo no nací en cuna de oro, había días en los que mis padres se quitaban el alimento de la boca para dármelo a mí, vivíamos en un cuartito, con una cama, una pequeña mesa, para cuatro, sala, cocina, comedor, todo en el mismo cuarto, con solo un pequeño baño. Cuando a papa le comenzó a ir mejor, compro un terreno a las afueras de La plata, donde solo había vegetación, fue la primera casa que tuvimos, propia, que poco a poco papá fue construyendo, con su esfuerzo.
—¿Y qué paso con esa casa? - sonrió
—Aún la tenemos, solo que ya no es la casa principal, es la casa de vacacionar, por qué todo a su alrededor es solo bosque, es preciosa, un lugar de descanso, de desconectarse, solo que nos tuvimos que cambiar a la ciudad, porque a papá le quedaba muy retirada, de la editorial y a nosotros del colegio. Entonces fue cuando compro papá este espacio, a mi madre siempre le han gustado las flores, el pasto, asi que papá le dijo que ella eligiera el cómo quería la casa, que esta casa se haría como ella quisiera. Con ayuda de un arquitecto y las ideas de mi mamá, se construyó la casa
ESTÁS LEYENDO
Solo para ti
Teen FictionEl mismo mundo, diferentes realidades. La necesidad de salir adelante lleva a Karol a buscar una salida y aunque no era la mejor opción, era su única opción, así que decidió tomarla. En cuanto a él, vive sumido en el torturoso recuerdo de su pasado...