Capítulo IV

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Comando E.T.


Todo ente del gobierno puede ser sencillo o riguroso; pero no como el (C.E.T.) encargados de supervisar el orden de ejecución, laboratorio científico, armamento de lo mejor que los aliados de diferentes países logran hacer, para este comando de poder. Se encargan de vigilar, inspeccionar; hasta ser espías tomando ventaja de información para sus clientes especiales que lucran dicha organización.

En el mismo trabaja arduamente un hombre, alto y fuerte de edad de cuarenta años, siendo el supervisor del área de vigilancia especial; con un personal a su disposición, para todo lo que requiera su unidad. Está ubicaba en una base de tres pisos más abajo, subterráneo se encuentra la organización, que logro crecer con el paso del tiempo viéndose como un fantasma para el exterior a las afuera de Ankara muy apartado de ¿cualquier enemigo?, que se presenten.

El hombre alto de ojos miel y cuerpo en forma; toma asiento en su oficina apartado del observatorio de vigilancia, dónde su personal no descansa de trabajar, hoy tiene guardia para estar atentos a cualquier eventualidad; conforme verificaba unos folder en negro, les colocaba el sello en rojo de cerrado el caso, hasta que su puerta es tocada; dónde dio el pase detallando que era su mano derecha, un joven de veinte años, cabello castaño, vestido formal con su chaleco, como todo los demás, usa lentes muy inteligente en el ámbito de sistema, carraspea su garganta, para que su jefe le miré unos momentos.


— Habla Ignacio, no me gusta perder el tiempo. — Dijo fuerte y claro, mientras seguía, viendo sus documentos.

El mismo, solo le pasó una carpeta en color rojo, mostrando el apellido del espía que fue comprometido su identidad; algo que su jefe detuvo todo, para ver la carpeta y darse cuenta de todo lo que sucedía al tener esa carpeta con un color de ser eliminado su agente, tragó en seco y no dudo en hablar.


— ¿Cuándo llegó esto? Quiero todo Ignacio es una orden. — Le insistió con seriedad al colocarse de pie y el hombre a su lado, le hablo claro mirándolo a los ojos.


— Señor... el agente Yilmaz, estaba inactivo pasando su momento con su familia, dónde a las 02:30 pm recibió una visita inesperada de unos hombres, que se hicieron pasar por ser servicio de restauración de casa, pero fue engañado junto a su esposa que estaba junto a él. — Pauso un momento, tratando de hallar las palabras.


— ¡No te detengas! — Dijo molesto apretando las manos, al darse la vuelta y ver a un punto fijo de su oficina.


— Lo siguiente que sucedió fue lamentable; los capturaron en su propio hogar; según mis fuentes indican, que tenían pasamontañas de color rojo y armamento como para matar un escuadrón, buscaban un artefacto creado por nuestro agente; pero al no ser entregado fue matando a su esposa; luego a él después de despedirse de su hija, que hasta hora no hay rastro de su paradero. — Indicó pensativo, pero su jefe se voltio preocupado por esa joven.


— Me estás diciendo, que mi sobrina Isla ¡Esta viva! . —


— Si señor; pero no la podemos hallar, al ser descubierto nuestro agente, se mando la alerta roja en el comando, la casa fue destruida para quitar evidencia alguna de ellos, pero lo bueno fue que la información no fue revelada. — termino de decir, colocando sus manos en los bolsillos de su pantalón.

Belicosa Bilogía IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora