Belicosa Bilogía I

Capítulo XXII

Las horas pasaron como si el viento mismo las llevará a la dirección que iban en la avioneta, el aterrizaje fue rápido los dejaron cerca de la barrera de la base, los guardias que custodian la gran fábrica, porque así se ve al público; los vieron y pidiera nuestras identificaciones lo hicimos, mostrando los carnets haciendo que las puertas grandes y color rojo se abrieran para nosotros.

Ya estando adentro, logramos llegar al pasillo principal, nos llevaron a servicio médico, para revisar nuestro sistema; y así evitar cualquier enfermedad o síntomas que presentemos que pueda dañar a otros cadetes de la misma organización. Media hora paso, de todo el protocolo que tuvimos que hacer, enseguida fue directo a la oficina de su tío Atticus tocó dos veces su puerta oyendo un pase, al otro lado; lo hizo para ver a tres hombres estar en pie, viendo con atención el escritorio de su tío; mientras le mostraba él cada cosa que debían hacer lo que pareció un mapa amplió, ninguno se dio cuenta de su entrada solo carraspeo un poco, dónde todos los hombres voltearon la mirada a ella.

— Buenos días señor. — Dijo con respeto, sin mostrar atisbo de emociones, algo bueno que se le da.

— Que bueno verte Tebrikler çilek (linda fresa). — Respondió sonriendo de medio lado, pero miro a los caballeros con seriedad dando la orden de irse.

En menos de un minuto, todos desalojaron la oficina y ambos quedaron solos.

— ¿Todo en orden? — Pregunto al ver su semblante muy serio.

No mencionó nada, solo fue hasta quedar delante de él, le entrego la carpeta que no vio antes; lo cual fue tomada, para abrir el archivo que le entrego se alejo un poco, para ver mejor todo. Sin Dudar; Isla toma asiento delante de su escritorio, viendo lo que parece ser el mapa, de un país ¿que no conoce? Pero tiene la curiosidad por saber, solo detallo el nombre en la descripción lateral abajo, (Rumanía), ya en su mente iba comenzar la búsqueda de lo que su tío Atticus iba hacer y más con esos hombres robustos, que antes no había visto.

Sin embargo, la voz de su tío la saca de sus pensamientos, para verlo quitar el mapa con rapidez y sentarse con su carpeta roja que le dio antes.

— Eso es algo sin importancia Isla. — aclara el motivo del mapa, cosa que ella solo lo ve, pero no dice nada.

— ¿Y bien? — habla después de varios segundos de espera, con el documento en sus manos.

— Todo está hecho el objetivo fue eliminado; pero no entiendo porque mataste a Filippo Salerno, sino estaba en los planes de la misión. — Habla con autoridad, dejando ver qué ella no responde cosa que da un golpe duro sobre el escritorio.

La mirada de Isla por la reacción, que tuvo le es indiferente, no piensa dar explicaciones acerca de porque mato a otro, de los sucios que tiene en sus lista, aunque faltan tres más.

— Era necesario, además no me gusta dejar cabos sueltos. No benefician en nada, así que el objetivo su socia y el desdichado de Filippo también están fuera de este mundo. — respondió de forma fría, y sin temor a la reacción de su jefe mayor.

— Puedo entender los cabos sueltos; pero con herirlos y darles una amenaza, es más que suficiente Isla Yilmaz. — Pauso un poco, para volver hablar. — Sabes que el tal Filippo Salerno, es parte de una mafia turca e italiana; es posible que para este momento, su líder esté tratando de hallar al culpable de sus muertes.