13.1. Capítulo XIII: Viejos amigos | Parte 1

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I. Unificación


Luego de la batalla y la oscuridad prominente sobre Centro Solar, por varios días la doctora Quintero convocó a la plaza pública a la población. Los rumores de una batalla de libertad se extendieron a las distintas sedes de Centro Solar, haciendo que sus respectivos pueblos se levantaran en contra de la opresión que por años los mantuvo en cautiverio. Sus rostros emanaban tranquilidad y sus ojos revoloteaban con pizcas de entusiasmo. La incertidumbre de un nuevo mandato era algo que podría llegar a preocupar, pero de alguna manera sabían que no sería peor de lo que ya habían vivido las últimas décadas. Las ideas de la doctora fueron debatidas junto a Joshua y Julie, pues debido a su experiencia, sabían cómo organizar un pueblo.

La cantidad de personas, problemas y el cuantioso número de situaciones por solucionar, eran demasiadas cosas para un solo par de manos. La doctora decidió crear un concejo, donde estarían los líderes de cada ámbito dentro del poblado. Tecnología, salubridad, educación, milicia, religión. Un total de diez miembros repartidos de manera equitativa. Y el voto más importante que podría llegar a romper un posible empate dentro del consejo, el del pueblo. El planteamiento de las reformas se empezó a poner sobre la mesa del concejo y a su vez, proyectado y explicado en los hogares de los habitantes.

Los calabozos fueron acondicionados y cada miembro del Alto Mando fue recluido en aquel lugar donde tiempo atrás Julie había presenciado lo peor de la humanidad. Edmundo fue excluido en un sector distinto, confinado en un ala de máxima seguridad, donde solo Silvia y la familia Tamàro sabían de su locación.

No hubo persecución a los no simpatizantes, incluso un asiento en la mesa fue reservado para esta parte del pueblo. Se dio la libertad a las personas de emigrar de Centro Solar en busca de una mejor vida si así lo querían. Fueron pocos los ahora opositores que se quedaron en el pueblo.

20 de julio de 2175, Centro Solar.

—Ha pasado casi una semana desde que asumimos el mando. —dijo Silvia moviendo el líquido de su vaso—. Tenemos que hacer las cosas bien...

La doctora, ahora líder de Centro Solar, se encontraba reunida con Joshua, Julie, Carolina y Nicolas. Tratando de prever qué problemáticas podrían llegar a suceder en el poblado. La mesa redonda de la nave con su particular estilo metálico al tacto, pero que a la vista parecía tallado por el mejor de los carpinteros.

—Hay que tener paciencia, es difícil asumir el cambio y más de la manera en que se dio. —respondió Joshua—. Temerán y se les hará raro la libertad en un principio, pero a medida que se acoplen al sistema todo andará bien.

Julie, que se hallaba a su derecha, le tomó la mano dando a entender que apoyaba el pensamiento de su esposo.

—En lo que tenemos que preocuparnos realmente es en los Humanoides, sabemos que Edmundo mantenía un trato con ellos a cambio de personas, lo cual no podemos seguir haciendo. Tenemos que desarrollar un nuevo acuerdo. —añadió Nicolas.

Carolina, que se encontraba a la izquierda suya, tomó la palabra, pero observando a Silvia, quien estaba delante de los cuatro.

—No conocemos las verdaderas intenciones de los Humanoides y aparte no sabemos cómo comunicarnos con ellos. Según lo que nos contó Carlos, Edmundo sí podía. Por eso, en cierta manera, los mantenía a raya.

—Pero hay algo que ellos quieren y tenemos nosotros... —respondió Nicolas haciendo que todos dirigieran sus miradas a él.

—No vas a decir lo que creo que vas a decir ¿verdad? —objetó Joshua con cierto disgusto en su voz.

La Aventura que Nunca Viví | [Novela]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora