15.2. Capítulo XV: Destino | Parte 2

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II. Juego


Carolina decidió evitar la superficie y las personas. Si bien muy rara vez se fijaban en ella, prefería en esa ocasión ir sola sin ningún estímulo más allá de los repiqueteos de sus zapatos en los túneles. Siguió andando unos metros al otro lado de la casa blanca de Edmundo hasta que encontró un punto donde el pasillo se dividía en tres. Giró a la derecha y de manera gradual el camino empezó a inclinarse hacia abajo donde encontró una puerta que bloqueaba el acceso. Astra le dio paso y un elevador se hallaba tras el portón metálico.

Michael le avisó que Joshua se encontraba ahí abajo, tanteando el terreno para las excavaciones con el fin de ampliar el acceso. Antes de llegar, Carolina se ajustó su mascarilla y su auricular. La puerta se abrió y con vehemencia el sombrío aire entró al ascensor. Era denso. Parecía pedir más espacio del que había en el lugar. La luz era casi nula, pues las pocas bombillas amarillas simulaban puntos perdidos en la inmensidad.

Carolina sacó una de las linternas que usó Michael, no era mucha la distancia la que abarcaba, pero era mejor que atenerse a los débiles lunares amarillos pegados a las paredes. Caminó en línea recta y se encontró con Joshua en la delgada apertura que daba a los túneles secretos.

—Caro, ¿cómo estás?, ¿cómo salió lo de la traducción?

—Bien, yo bien. Lo otro, —movió su cabeza negando—. Nada. ¿Tú qué tal?

—Ahí voy, todo este tema de Julie me tiene fuera de foco. Vine acá para ver cómo ampliamos la entrada y evitar que más gente muera.

Carolina hizo silencio, prefería eludir el tema amoroso de su hermana.

—¿Has hablado con ella? —inquirió él.

—No, en realidad no. He estado ocupada con la milicia, luego Nico con los implantes... y ya sabes cómo soy, no me involucro mucho en eso. Son ustedes, ustedes tienen que solucionarlo. Por mi parte no hay problema, sé y comprendo la razón de lo que hiciste.

—No sé por qué ella no.

—Al contrario, claro que lo entiende. No es boba. Lo que le duele es que lo hayas hecho a sus espaldas.

Joshua se quedó en silencio analizando.

—Mira. Con Nico hemos llegado a hablar de ustedes. Son perfectos, son buenos en lo que hacen y en lo que dicen. Te diré algo que me dijo él, para que una relación dure debe haber varias cosas implicadas: confianza, diálogo, respeto y, aunque no lo parezca, discusiones.

—Por una discusión estoy así. —Carolina lo miró con recelo.

—¿En realidad discutieron?, ¿hablaron de lo sucedido?, ¿o simplemente cada uno se fue a lo suyo?

—Más bien la última. —dijo luego de unos segundos.

—¿Ves? Tienes que ir, hablar con ella. Arregla todo esto antes que sea tarde. —golpeó una mano con la otra—. Discutan. Piensa en por qué Nico nunca uso la reprogramación, es prioritario en todos ese debate, pero hacerlo buscando una solución.

Joshua soltó una leve risa que ella no pasó por alto.

—¿Qué es lo chistoso?

—Me parece irónico. Ya recibí concejos de Nico antes y ahora de ti. Se supone que debería ser yo quien los ayude a ustedes.

—No es nada, lo importante es que estás dispuesto siempre a escuchar. Así crecemos como personas.

—Has pasado mucho tiempo con Nico...

La Aventura que Nunca Viví | [Novela]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora