14: Visita

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— ¿Cómo que vienen? —Sonsacó Mikasa, sentándose de golpe.

Jean arqueó una ceja mientras las yemas de sus dedos se movían de arriba abajo sobre el brazo de su novia.

—No fue fácil convencer a tu hermano —admitió Hange—. Pero han pasado más de tres meses, y le dije que debía perdonarte. Así que aceptó que vayamos este fin de semana para visitarte.

— ¿Cómo?

—Llegaremos mañana.

— ¿Mañana? ¿Y dónde se quedarán?

—En tu habitación, claro, junto con tu amiga. Levi quiere estar cerca de ti y el lugar es bastante grande.

—Pe... pero no te... tengo... cama extra.

—No te preocupes, te compraremos un regalo.

— ¿Una cama nueva?

Hange soltó una suave risita.

—Algo mucho mejor. ¿No estás feliz? ¡Por fin vas a poder hablar con tu hermano!

—Por supuesto, estoy súper emocionada —aseguró Mikasa, sin convicción.

— ¡Excelente! Entonces nos vemos mañana. Te quiero mucho, pequeña —afirmó Hange antes de terminar la llamada.

Mikasa lanzó un gruñido antes de caer de espaldas en medio de los cojines. Jean la abrazó por los hombros y le besó la frente.

— ¿Está todo bien, cariño? —Inquirió preocupado.

Mikasa exhaló profundamente, sintiendo el peso de la tensión acumulada en sus hombros. Miró a Jean con una mezcla de angustia y resignación.

—Levi viene —anunció, sintiendo un nudo en la garganta—. Con Hange.

Jean la abrazó con fuerza, emocionado.

— ¡Eso es genial, amor! Al fin tendrás la oportunidad de arreglarte con él —dijo, acariciando su cabello.

Mikasa apartó la mirada mientras negaba.

—No lo es, Jean. No, no es en absoluto.

Jean frunció el ceño, confundido.

—¿Cómo que no, cariño? Llevas meses queriendo reconciliarte con Levi, esta es tu oportunidad. Podrán hablar y resolver las cosas.

—Jean, no lo entiendes, ¿verdad? —preguntó Mikasa, sin paciencia.

—No, la verdad no lo veo.

—Jean, concéntrate: Levi está molesto porque cree que Eren y yo somos amantes y que nos acostamos ocasionalmente —aclaró Mikasa.

Exulancis (EREMIKA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora