18: Familia Jaeger

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– ¿¡En serio!? –Gritó Carla, completamente furiosa, mientras miraba a Mikasa con desdén–. ¡¡No me vas a traer a una de tus mujerzuelas aquí!! ¡¡Haz que se largue inmediatamente!!

La pelinegra dio un paso atrás, sintiendo sus mejillas arder de un profundo color escarlata.

–Eren, quizás debería...

–Está bien, corderito, yo me iré contigo –afirmó el chico abrazando a Mikasa por la cintura.

– ¿¡Así que abandonas a tu madre por una de tus prostitutas!?

– ¡¡Mamá, basta!! ¡¡Ella no es...!!

– ¡Claro que sí! –Gritó la mujer cruzándose de brazos–. ¿Qué? ¿Esta es la segunda o la tercera del día? Adivino, no te ha permitido que se la metas, así que finges traerla con mamá para que ella sea tan estúpida de creer que es algo serio, pero solo te la cogerás y luego la tirarás a la basura. ¡Deja de comportarte de forma tan infantil, estúpida y arrogante!

–Lo siento, Mikasa, no debimos venir. Vamos a casa –rezongó Eren, tomando a la chica de la mano.

–Eren –Mikasa habló con fuerza antes de girarse hacia Carla–. Señora Jaeger, entiendo por qué lo dice. Yo misma he tenido que verlo cogiendo con chicas diferentes cuatro veces, y no ha sido muy cómodo. Sé que Eren puede ser estúpido, infantil e irresponsable, pero yo no soy una de sus mujerzuelas.

–Eso crees tú, niñita tonta –espetó Carla.

–Llevo viviendo con él varias semanas –declaró Mikasa con seguridad, y Carla frunció el ceño.

–Eso no es posible...

–Yo lo amo. Y creo que él me ama a mí –Mikasa besó la mano de Eren–. Entiendo por qué puede llegar a pensar eso de Eren. Yo misma lo dudé cuando me fui a vivir con él.

– ¡Oye, pero...!

–Cállate, cariño –interrumpió Mikasa–. Conocí a Eren cuando era un total estúpido y arrogante, irresponsable y mujeriego, pero es el hombre de mi vida, y me encantaría conocer a su familia, así como él conoció la mía... claro, si usted me da la oportunidad.

Carla observó con desconfianza a Mikasa antes de fijarse en su hijo.

– ¿Estás seguro? No quiero encariñarme con una chica y luego saber que tiene el corazón roto por tu culpa.

– ¡Jamás te he traído a ninguna chica aquí!

– ¿Y qué tal esa tal Hitch?

–Es diferente. No la traje como a una novia. Vine a traerte algo de dinero y ella me acompañó. ¡Solo es una amiga!

Exulancis (EREMIKA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora