– ¿Este...? – Preguntó Armin en medio de un bostezo mientras salía de la habitación–. ¿Este no es el vestido que tenía Mikasa?
– ¿Eh?
Annie, quien, tras salir de la habitación junto con su novio, se había tirado al sofá completamente agotada tras la larga fiesta del día anterior, levantó la cabeza de los cojines antes de apoyar una mejilla en el respaldo del mueble. Observó el vestido que Armin tenía en la mano y que había recogido de la mitad de la sala. Una suave carcajada se escapó de sus labios antes de asentir.
–Sí, ese es –respondió divertida mientras abrazaba uno de los cojines–. Creo que Mikasa y Eren tenían mucha prisa cuando llegaron.
Armin resopló, tirando el vestido sobre un sillón antes de caminar hacia el sofá. Tomó a Annie entre brazos antes de sentarse y posarla sobre sus piernas. La rubia recostó su cabeza en el pecho de Armin mientras hacía un puchero.
–No quiero cocinar –se quejó agotada–. ¿Podemos pedir comida china?
– ¿Qué tal desayunar algo? –preguntó el rubio, mientras pasaba las yemas de sus dedos por los brazos desnudos de Annie.
–Amor, son las dos de la tarde, ya no sería desayuno –Annie bostezó–. ¿Por favor?
—Lo que pida mi princesa —respondió Armin divertido.
El rubio besó suavemente la coronilla de Annie antes de estirarse hacia la mesa auxiliar para tomar el teléfono y pedir comida china. Una vez realizado el pedido y dejado el teléfono en su lugar, sintió una suave vibración contra su pecho, lo que le hizo bajar la mirada. Annie estaba riendo suavemente con el rostro pegado a su cuerpo.
Armin levantó una ceja con curiosidad.
—¿Me estoy perdiendo de algo? —preguntó mientras sus dedos se deslizaban por el suave cabello dorado de la chica.
Annie se acomodó en el regazo de Armin, mirándolo con una chispa traviesa en los ojos antes de señalar el vestido.
—Es solo que... —dijo entre risas contenidas—. Es gracioso pensar en que Mikasa solía detestar tanto a Eren. Al principio decía que era asquerosa la forma en la que él se acostaba con una y otra chica. Recuerdo una vez que me juró que jamás tendría sexo con Eren y ahora... bueno, encontramos su ropa tirada en medio de la sala.
Armin soltó una suave carcajada asintiendo con complicidad.
—Eren me decía que Mikasa sería la última chica a la que tocaría. ¿Recuerdas cuando nos dijo que ella no era su tipo?
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Exulancis (EREMIKA)
FanfictionEn el vibrante corazón de Shinganshina, Eren, un tatuador rebelde con una actitud desenfadada y un pasado tumultuoso, vive su vida al límite. Ajeno a los compromisos y las emociones profundas, su mundo se reduce a fiestas interminables y encuentros...