¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Terminé de colocar el último accesorio antes de atender el teléfono, sonaba con mucha insistencia.
—¿Hola?.—Puse el teléfono entre mi oreja y mi hombro para poder seguir preparándome.
—¡Al fin! ¿que tanto haces que no respondes?.—La voz de mariana se escuchaba algo apurada. Me alarmé.
—¿Pasa algo? Ya casi estoy lista.—Mordí la tapa del brillo labial, dándole vuelta para abrirlo.
—Ehh, sobre eso quería hablarte.—Detuve mis movimientos para escuchar con atención.— ¿Te molesta si pasa Victoria a buscarte?
—¿Victoria? ¿Porqué ella?
No estaba molesta, pero se suponía que iba a cenar con la familia de Mariana y...Cena familiar. Por supuesto que estaría Victoria, es su prima.
—No me molesta.—Hablé rápido .— Pero, ¿porque no vienes tú?
—Mi mamá quiere que le ayude con la cena, y creo que tardaremos bastante.—Escuché un par de cuchicheos un poco alejados, no pregunté.— Bien, entonces, irá Victoria, ¿está bien?
—Sí, estaré esperándola.—Mordí mi labio, nerviosa.— Solo espero sobrevivir estar 15 minutos encerrada con ella en un auto.—Reí sin gracia.
No era mi actividad favorita el estar cerca de Victoria, no porque me cayera mal, sino por lo nerviosa que me sentía. Y algunas veces llevaba a detestar su actitud tan...Victoria.
—No te preocupes, no irá en coche.—¿Qué?.— Bueno, tengo que dejarte, aquí te espero. Chau, te amo.
—Espera, como que no vendrá en...Perfecto.
Colgó.
(...)
Abrí y cerré mi boca un par de veces, no me lo esperaba. No pensaba subir a esa cosa, sería suicidio.
Negué con la cabeza, dando unos cuantos pasos hacia atrás. Sabía que Victoria estaba loca, pero no tanto. Bueno, tal vez exagero, pero tenía terror de subir a eso con ella.
—Vamos, iré lento.–Insistió por tercera vez desde que llegó y estacionó esa cosa frente a mi casa.
Acomodé mi bolso mejor sobre mi hombro antes de volver a negar.
—Tomaré un taxi.—Segura, comencé a caminar, alejándome de ella.—Puedes irte, se cómo llegar.—Le dije al sentirla detrás de mi. Avanzaba lentamente para ir a mi ritmo.
—Carolina, sube, no pasará nada.—No volteé a verla. Escuché como apagaba el motor de eso y sus pasos más cerca de mí.—¡Espera!
Inesperadamente choqué mi cuerpo con el suyo, deteniéndome en seco por el impacto. Mis ojos viajaron por todo su cuerpo. No había detallado bien como venía vestida. Traía un pantalón verde con negro, con un crop top negro. Su cabello castaño y lacio hacía resaltar sus ojos azules. Se veía tan linda.