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¡Disculpen si hay muchos errores, lo hice a las prisas, después me encargo de corregirlo!
Mil gracias por leerme, ya llegamos a las 2k de vistas 😭💞
Me sentía segura entre sus brazos. Victoria no había intentado que yo hablara para nada, nos quedábamos en un silencio cómodo que debes en cuando era interrumpido por ella, como ahora.
—Te amo mucho, eres lo más valioso que tengo.—Dejó un beso sobre mi cabeza. Seguíamos en la ducha, ella con su espalda recargada en la pared y yo con mi espalda contra su pecho.—Haría todo por ti, me haces ser una mejor persona.
Y así seguía, diciendo frases de amor y consolación cada cierto tiempo. Yo me mantenía en silencio, pero me gustaba como me hacía sentir.
Uno de sus brazos me mantenía abrazada por los hombros, un poco debajo del cuello para no lastimarme. Mientras con su brazo libre acariciaba mi rostro con delicadeza. Yo tenía mi cabeza sobre su hombro, para poder verla y sonreírle de vez en cuando.
Con cualquier otra persona esta situación hubiera sido de lo más incómoda, pero no con ella. Con ella todo era mucho más fácil y cómodo.
—Baby.—Me llamó, abrí mis ojos lentamente y solté un pequeño gruñido para que continuara.– ¿Te puedo besar?
La pregunta dio un par de vueltas por mi cabeza, la verdad extrañaba sus besos, quería quitarme el mal sabor de boca. Asentí e incliné mi cabeza un poco hacia atrás.
Sus labios solo rosaban los míos, casi ni sentía.
—Me encanta todo de ti, mi amor.—Susurró contra mis labios. Mi piel se erizó y sonreí sin darme cuenta. Su boca presionó la mía, comenzando un beso suave y lento, saboreando mis labios entre los suyos.
Me gustaba cuando me besaba así, sabía lo mucho que se contenía para no morderme los labios y chuparlos como a ella le gusta.
Un rato más así y las ganas de besarla fueron aumentando, Victoria soltó el aire contra mi boca cuando subí mi mano hasta su cabeza para profundizar el beso. Me abrí paso en su boca con mi lengua, disfrutando de su sabor.
—Vicky.—Gemí un poco de dolor cuando sus piernas, que estaban una a cada lado de las mías, me apretaron un poco.
—Lo siento.—Se disculpó abriendo un poco más sus piernas para evitar tocarme tanto. Me gustaría tanto poder dejarla tocarme, porque se que ella está perdida después de ese beso, pero me siento incapaz de poder disfrutarlo si lo hacemos.—No podría vivir sin tus besos.
—Ni yo.—Le sonreí y acaricié un poco sus muslos. Aún llevábamos ropa interior y ya empezaba a ser molesta por lo pesada que se sentía gracias al agua.
—Cari.—Su voz un poco ronca en mi oído me hizo sentir una punzada en el abdomen. Llevábamos más de 2 horas aquí metidas, y ya me había hecho olvidarme de eso, aunque lo recordaba en ratos, no me consumía como seguramente pasaría si estuviera sola.—No hagas eso, mami.
