Capitulo 26: Regreso.

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HOLA BABYSSS, me siento muy happy el día de hoy, espero se disfruten este capítulo tanto como yo.

Ayer hablé con la niña que me gusta y al parecer también le gusto, no puedo ser más felizzzzzzzzzz😭😭😭💞

Ayer hablé con la niña que me gusta y al parecer también le gusto, no puedo ser más felizzzzzzzzzz😭😭😭💞

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—¿Estás bien, hija?

—Estoy bien, mai.—Le mentí, no estaba del todo bien.

No podía dejar de pensar en esas fotos, no quería hacer un escándalo ni parecer tóxica, pero, ¿porqué me sentía tan celosa? ¡Estaba casi encima de ella!

Se que no debería sentir celos de mi prima ni desconfiar de mi novia, pero los escenarios creados por mi imaginación me estaban comiendo viva.

No había hablado con Carolina desde el domingo en la mañana cuando me felicitó por mi cumpleaños, y cada vez que la llamo no duramos más de 10 minutos hablando. Está actuando muy raro y no me sostiene una conversación.

Creo saber el porqué de su actitud, pero no quiero asegurar nada sin antes hablar con ella en persona.

Esta semana fue una montaña de emociones después de toparme con una ex ligue en un bar, ella fue la que me enseñó las fotos que seguramente las tomó Andrea, eso era lo que me hacía creer que era mentira.

Festejamos mi cumpleaños con mucho alcohol y comida, me divertí, pero hubiera preferido mil veces estar encima de una morena con un culo gigantesco. Extrañaba demasiado besarla y tocarla, no podía esperar por ir a su casa para comérmela a besos.

Puede que siga un poco con la inseguridad, pero pasé una semana sin ella, esa plática puede esperar para después.

—Bueno, hay que entrar a la casa antes de que comience a llover.— Mi mamá Fue la primera en bajarse del auto apenas llegamos.

—Vic, ¿me ayudas con las maletas?.—Me habló mi papá cuando bajé del auto.

—Juan, que le ayudes con las maletas dice.—Empujé suavemente a mi hermano menor hacia mi papá, ambos me vieron mal.— Era una bromita, ya voy.

Que amargados andaban el día de hoy.

—Yo me llevo estas maletas, tú estaciona el auto.—Mi papá me dio las llaves y lo miré confundida.

—¿No dijiste que te ayudara con las...

—¡El auto, victoria!

—¡Ya va! Dios, deberían fumarse algo en las mañanas.—Murmuré mientras me subía al auto para estacionarlo mejor. Mi papá me estaba enseñando a manejar y sinceramente prefiero la moto, siento más control , pero soy bastante buena con el auto también.— ¿Quedó bien?.—Me asomé por la venta para darme cuenta de que ya habían entrado sin mí.—Ah, ya no hay nadie, increíble, gracias por esperarme.

Apagué el auto y salí de el para encaminarme a la casa. Sentía un dolor de espalda cabron, en cualquier momento me quebraba. Entrenar tanto tenía sus consecuencias.

Contigo {Youngmiko}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora