Extra: Lucia.

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Mi día iba extremadamente horrible, me levanté tarde, no traje los libros que debía y tengo hambre

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Mi día iba extremadamente horrible, me levanté tarde, no traje los libros que debía y tengo hambre.

Peor no podría irme.

No debí decir eso.

—¡Lo siento mucho! ¿Estás bien? Carolin, joder, ¿te lastimé?

—Lucía, no, no, estoy bien. ¿Llevas mucha prisa? Te ayudo con tus libros.—Hice lo que dije y levanté los libros que se cayeron de sus manos cuando chocó conmigo.— Lo siento yo, iba muy distraída.

—Está bien, voy de camino a mi casa.

Oh. Hablaba mientras seguía caminando así que la seguí. Ella y yo no éramos tan amigas, pero le agradaba mucho, por no decir que me gustaba un poco.

Era linda, rubia y de ojos negros bastante grandes y llamativos. Complexión media, ni muchas tetas ni mucho culo, lo normal a su cuerpo. Más baja que yo, pero no tanto. Y sus labios delgados me tentaban siempre que los veía.

Dios. Mi día acaba de mejorar. Concéntrate.

—Y bueno, mi mamá salió con mi padrastro a comprar unas cosas lejos de la cuidas. ¡Me dejaron aquí! ¿puedes creerlo?.—Reí por su indignación.— Estas muy callada, ¿Pasa algo? no vi a Mariana hoy, ¿Están peleadas?

Habló tan rapido que tuve que detenerme un poco.

—Perdón si pregunto mucho, se que no somos taaaan cercanas, pero, ¿somos amigas no? Puedes confiar en mí si lo necesitas.—Me miró de lado sin dejar de caminar, dedicándome esa sonrisa tan amable de siempre.

—N-No, no te preocupes. Mariana no pudo venir porqué tuvo cita con su psicóloga, pero no estamos peleadas.

—Ohh, está bien. ¿Te gustaría pasar la tarde en mi casa? Realmente no quisiera estar sola.

Lo pensé unos segundos antes de aceptar y ver la sonrisa enorme en sus labios fue la mejor recompensa. Reí cuando saltó a mi cuello dando leves brinquitos.

Que tierna es.

—Pasa, siéntete cómo en tu casa porfavor.— Abrió sus brazos dándome la bienvenida y ambas reimos. Estaba intentando disimular lo nerviosa que estaba.—¿Quieres algo de beber?

—Uhm, ¿agua?

—Tengo tequila.—Sonrió inocente.

(...)

—Iuuu, no quiero hablar de hombres porfavor.—Se tapó el rostro con ambas manos. Reímos sin razón antes de volver a servirnos de la botella que tenía en sus manos.— A ver.—Se acomodó mejor sobre su lugar.—¿Alguna vez has besado a una chica?

Casi me atraganté con la bebida.

—Una vez solamente. Con Mariana.

—¡¿QUÉ?!

Contigo {Youngmiko}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora