Capitulo 5: La fiesta.

1.7K 120 6
                                    

—Me voy a quedar dormida si sigues haciéndome cariños en el cabello

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Me voy a quedar dormida si sigues haciéndome cariños en el cabello.– Le advertí.

—Quedémonos aquí todo el día.

Su mano acariciaba mi cabello mientras yo recostaba mi cabeza sobre su pecho. Llevábamos así más de 1 hora, ninguna tenía intenciones de moverse, aunque teníamos que alistarnos para la fiesta de Riri.

—Aún tengo que elegir mi ropa.—Me quejé.— Solo por esta razón odio las fiestas.

—Yo te ayudo.—Se puso de pie rápidamente y se acercó a mi closet.— ¿Que tienes ganas de usar? .—No me miró, sus ojos seguían en mi ropa. Bajé mi vista a su culo inconscientemente. Ese pantalón de tiro bajo le quedaba...Mierda.

—No tengo ganas de usar nada.—Cubrí mi cara con una almohada. Pude escuchar su risa y unos pasos, se estaba acercando. Quitó la almohada de mi cara y puso sus brazos a cada lado de mi cara, quedando encima de mí sin dejar caer su peso.

—Sería una buena opción, yo podría ayudarte también.—Sonrió de lado.

No entendía a que se refería, solo dije que...Oh. Olvidaba que no podía decir cualquier cosa en frente de Victoria.

—Eres una caliente, ¿lo sabias? No me refería a eso...Mmm.—Sus labios acariciaron mi cuello delicadamente.— Me gusta eso.—Sentí su sonrisa contra mi piel, aparté su rostro de ahí y la besé. Victoria se puso a horcajadas sobre mí, mientras acariciaba mis hombros descubiertos por la blusa de tirantes que llevaba.

Llevé mis manos a su espalda y la apreté un poco. Sonreí cuando gimió, moviendo su cadera hacia delante.

—No me hagas esto, baby.—Pidió con la voz más ronca de lo normal.

—Tienes razón.—La separé de mí y me levanté de la cama.– Iré a bañarme, ve eligiendo la ropa.

—Me caes mal.—Se acomodó boca arriba en mi cama, con sus manos detrás de su cabeza.

El básquet le hacía demasiado bien.

—Ya vuelvo.—Me acerqué y le dejé un corto beso.

(...)

—Dios, que bien te ves.—Victoria me dio una vuelta. Reí.

—Nunca había usado este vestido. Pero me gusta.—Alisé la falda corta de mi vestido, mientras veía mi reflejo a través del espejo en casa de Victoria.

Después de que me bañara, Victoria me propuso que ambas fuéramos a su casa y termináramos de alistarnos allá. Era la primera vez que me traía aquí.

Era una casa muy linda, ni muy grande ni muy chica, colores cálidos, se sentía un ambiente tranquilo, todo lo contrario a lo que era Victoria.

—Tengo la exclusiva entonces.—Me abrazó por la espalda, poniendo su mentón sobre mi hombro descubierto.—Ya debemos irnos.

Contigo {Youngmiko}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora