Fernando
Sabía que después de que yo me retirase, ya no quedaría nadie a parte de Hamilton en la parrilla de mi generación. Le dejaría mi legado a Carlos, si es que volvía, pero ya me tocaba irme. Además, me moría de ganas por pasar más tiempo con mi novia, empezar mis planes de futuro con ella. Viajar, mudarnos… Casarnos. Eso quería, morirme a su lado. Ninguna mujer me había hecho tan feliz como lo había hecho Mara.
Un día cualquiera, vino al sofá y me miró. Estábamos en mi casa.
–Te pasa algo. Nunca me miras así.
–Estoy embarazada.
Se me paró el corazón, pero no en el mal sentido.
–¿De verdad?
–Sorpresa, cariño. Vamos a ser padres.
–Dios… –me pasé las manos por la cara con una sonrisa enorme.
–De hecho, es niño. Estoy de cuatro meses.
–Y voy y no me doy cuenta…
–Yo tampoco lo sabía, apenas tengo barriga y me encontraba bien. Solo que hace unas semanas me encontraba muy mal y decidí ir al médico.
–Sí… Dios –iba a ser padre.
–Verás lo contentos que se pondrán nuestros padres.
–Seguro. Mi madre hace años que me pide nietos.
–Y mi padre.
–Pues habrá que decírselo.
–Cuando quieras.
Todavía no me lo creía.
Al día siguiente entré en mi puesto de trabajo con la sonrisa puesta. Me sentía increíblemente bien. Yo, el mismo que hace un año no quería hijos, y miradme ahora. Eufórico porque iba a ser padre.
–Qué contento estás hoy –me dice mi compañero.
–Sí –sonreí.
–¿Ha pasado algo?
–Voy a ser padre.
Stroll abre la boca de par en par.
–¿Qué? ¿En serio?
–Sí, no sabes lo feliz que soy. Joder.
–Se te ve –sonrió.
El rumor no tardó en extenderse. Todos se acercaban a felicitarme con una sonrisa incluso a veces me preguntaban como follabamos, posturas y tal, cosas de amigos, supongo.
–Vamos a ver, Carlos. ¿Te pregunto yo cómo te follas a tu novia? –yo me reía, porque era surrealista
–A cuatro, contra la pared, de lado…
–¡Carlos, por dios! –volví a reírme–, parece mentira que yo siendo más viejo que tú haga más cosas.
–¿Seguro? ¿Has probado el anal? –negué–. ¿Y un trío? –negué también.
–Sí, un trío con lo celoso que soy. Mis cojones a remojo.
–Tu te lo pierdes.
–¿Y tú con quién con quién has hecho el trío, guarro?
–Tú no me cuentas tus cosas, yo tampoco.
–Mira, te cuento lo que quieras con tal de que me lo digas.
–Empieza.
–¿Qué quieres saber? –me cruzo de brazos.
–¿Qué posturas hacéis? –sonríe.
ESTÁS LEYENDO
la Fórmula y el número 1 [Finalizada]
FanfictionUn día cualquiera me entero que tengo un hermanastro. Uno el cual nunca he tragado, nunca me ha gustado. Pero que al pasar el tiempo, me doy cuenta de que me estoy enamorando de él y que eso puede ser muy bueno, o muy malo. *contenido sexual*