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la alegría que Emma tenia se desvaneció cuando al poner un pie en el colegio Matías se le acerco con una sonrisa, como si nada hubiera pasado

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la alegría que Emma tenia se desvaneció cuando al poner un pie en el colegio Matías se le acerco con una sonrisa, como si nada hubiera pasado.

como si una semana sin hablarle y clavarle el visto no hubieran significado nada para el.

- hola mi amor - intento darle un beso en el cachete, pero ella se corrió, mirándolo 

- que hola mi amor, ¿no hace falta decirme algo más? - inclino su cabeza, mirándolo intensamente, el se rasco la cabeza con nerviosismo.

- ¿te ves muy linda hoy? - era mas pregunta que afirmación, ella rodo los ojo separándose completamente de el.

- no, pelotudo - iba a salir casi corriendo, pero Matías  la freno antes de que se vaya.

- ¿seguís enojada por lo de mi mamá? - ella lo miro con ofensa, ¿posta le estaba preguntando eso? - perdón, si, lo hable con papá, se ve que el tuyo se dio cuenta que nos peleamos y le conté lo que paso, y la verdad que me dijo cosas que me hicieron entrar en razón - ella alzo sus cejas con cara seria, seguía esperando la palabra mágica - y la verdad que si estuvo mal y te quiero pedir disculpas.

- ¿tan difícil era pedirme disculpas? - le pregunta con una sonrisa - vení para acá - dijo para luego darle un beso en los labios - te amo mucho lo sabes.

- yo también - dijo para luego darle un beso.

Emma pensó por unos segundos lo que el chico le dijo, nunca le había respondido de esa manera, siempre era un yo te amo más, ahora ni un te amo era.

no iba a mentir, le partió un poquito el corazón.

- ¿queres que te presenta  Rita hoy? - le pregunto con felicidad - es re piola y seguro le ces bien.

ella quedo unos minutos en silencio, sin expresión en su cara, lo cual hizo que Matías se preocupara.

- ¿Emma? - paso una mano cerca de su cara, la chica estaba viendo un punto fijo.

- ah, si, perdón - ella le sonrió sin mostrar los dientes - me re gustaría conocer a Rita.

- te juro que mamá la odia - ella sonrió ampliamente.

- bueno, seguro nos llevamos de maravilla con Riata, entonces - ambos soltaron una carcajada por el comentario.

las clases habían terminado, y Sebastián se había ofrecido a buscarlos para ir a la casa de su novio.

- hola - la chica saludo al padre de su novio con una sonrisa, la cual el hombre de devolvió.

- ¿Cómo estamos Emma? - le preguntó con una sonrisa.

- bien, bien - ella claramente no estaba muy convencida, pero sonrió igual.

el recorrido en auto fue tranquilo, a decir verdad Emma amaba mas de conductor a Sebastián que a Renata.

MENTIRA; Felipe Otaño (La 1-5/18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora