El buen hijo regresa a casa

53 9 0
                                    


Finalmente, Thor regreso de su largo viaje de entrenamiento, luego de conocer a tantas promesas que presumían ser fuertes y acabaron en decepción, a excepción de una única persona extraordinaria que si rendía como guerrero. Su nombre era Lu Bu, de ascendencia china y con un alto historial militar de victorias invictas que debería ser el equivalente a convertirse en el soldado más fuerte de la humanidad.

Thor estaba encantado con él y su emoción aumento cuando Lu Bu menciono visitar a su familia en días de descanso. En un impulso, el pelirrojo le ofreció pasar una noche en su casa.

— No hay necesidad que te molestes— dijo Lu Bu, que nunca se andaba con rodeos— Me recogerán del aeropuerto y conociéndolos, estarán esperándome con una gran fiesta. Yo debería invitarte a ti.

— Si es una reunión familiar, dudo ser bienvenido.

Thor tiene un complejo sobre quienes deben acercársele a él o a sus parientes, porque siempre han sido muy reservados y cautelosos entre los suyos. Con obvia excepción de Loki.

Él sabía que su modo de ver a la familia no encajaba con las ideas de Lu Bu, que si bien no hablaba mucho de sí mismo, si sonreía muy contento al mencionar a sus hermanos y primos.

— Lo serás— repuso Lu Bu, pero viendo la incomodidad de Thor respecto al tema, lo dejo por la paz— Estaremos en contacto, igualmente.

— Sí.

Ellos no hablan demasiado, pero hay una complicidad y entendimiento superior a cualquier habladuría. Ambos son el tipo de hombres que al intercambiar golpes, muestran respeto y sinceridad, es mucho más que solo habilidad marcial o fuerza bruta; para Thor y Lu Bu, una batalla es un medio de comunicación mucho más sencillo, fácil y práctico que hablar.

Por eso, no existió incomodidad cuando se separaron.

Es extraño, los deseos de Thor de volver atrás y decirle a Lu Bu que quería ir con él, conocer a su familia y entrar en su vida, más de lo que ya ha hecho. No le ocurría esto con otros compañeros de entrenamiento. Era un sentimiento nuevo. De algún modo, quería conocer más de su amigo Lu Bu, en otro ámbito que no fuera en el campo de batalla.

Despejo esas tonterías de su mente, regresando a su hogar con rapidez.

Pronto se arrepintió, pues se había olvidado de porque se fugó en primer lugar.

— ¡Dime donde esta!

— ¿Quién? ¿Munnin? Ese pajarraco debe estar en periodo de celo, ya volverá.

— Sé que fuiste tú, enano desgraciado. Desde ya, te aviso, ¡No me vas a echar la culpa de esto!

— ¿Culpa? ¡Oh no, Loki, querido hijastro! ¿Qué hiciste esta vez?

— ¡No me llames con tu sucia boca!

— ¡Me hieres en lo más profundo! — Michel Nostradamus se dejó caer al suelo, en una pose dramática— Con lo que me costó encubrir tu crimen de tu padre, así me pagas...

— No te hagas la víctima, ¡Munnin se escapó mientras estabas aquí!

— ¿Era yo? — Nostradamus corto su rollo para morderse una uña, pensativo— Aah.

— ¡Ya ves, es tu responsabilidad! Cuando mi padre llegue-

— ¿Qué le dirás? — Nostradamus se paró, ambas manos en las caderas, con una mirada ceñuda, claramente provocadora— Anda, dile que su amado pájaro se ha ido a otro nido.

— ¿Qué te hace pensar que no lo hare? Tú tienes las de perder aquí.

— ¿Ah, sí? — Nostradamus sonrió bobalicón— ¿A quién se supone que va a creer? ¿Al hijo problema o a su adorado shota? En la balanza, eres peso podrido.

— ¡Maldito jodido pedazo de...!

— Bienvenido a casa, Thor.

El momento de tensión se rompe para dar lugar a otro más pesado, con Nostradamus yendo hacia Thor para darle palmaditas en el brazo.

— Te has vuelto más fuerte— Michel sacudió su mano, pues aquello fue como golpear una durísima pared— ¡Felicitaciones por conseguir un compañero de lucha!

— Uuh— asintió Thor, tomándose con calma las acertadas palabras de Nostradamus, porque como su padre, se acostumbró a lo absurdo bastante pronto, incluyendo el hecho que el niño que apenas le llegaba a la cintura era un reconocido genio con habilidades para ver el futuro.

— Thor, a la maldita hora que llegas, ayúdame con esto.

— Nadie cavara una tumba, no en mi patio.

— ¡Es nuestro patio!

— Ya no, puse semillas de flores medicinales para crear fármacos.

— ¡Hasta te apoderaste del jardín!

— ¿Cómo no? Es mi casa.

La naturalidad con la que Nostradamus dijo eso dejo en shock a los hermanos.

— Ahora que llegaste, Thor, ayúdame a sacar algunas cajas. Luego almorzaremos.

— ¿Lo quieres de mula?

— No, de acarreador— Nostradamus rodo los ojos, fastidiado por el constante pesimismo de Loki— Y tú, has algo útil y ayuda a pelar verduras o algo así.

— ¿Y los sirvientes? — pregunto Thor, que nada más ver el estado de su casa, entendió que muchas cosas habían cambiado hasta lo irreconocible.

— Espías entrometidos— siseo Nostradamus— Por más que teman a Odín, más puede su avaricia por mis inventos. Tuvimos que despacharlos fuera.

— Nuestro estilo de vida cayo tan mal...— susurro Loki, resentido por ese detalle.

— ¡Ve a cocinar, Loki! ¿No ves que tu hermano regreso a casa? ¿Ni un abrazo?

— A mí me pides que muestre afecto...

— Todo un caso, ¿eh? — Nostradamus se volvió a Thor, que en vez de discutir o tomar una postura sobre la cuestión, ya tenía amontonadas cuatro cajas pesadísimas en sus manos— ¡Eres un amor!

— Esto esta tan mal— dijo Loki de mala gana, refunfuñando para sí.

Al acabar los encargos de Nostradamus, este lo puso al día con los asuntos del hogar y lo guio a su habitación, la única que no fue tocada.

— ¡¿Por qué él si conserva su cuarto intacto y yo no?!

— Porque Thor es un buen hijo— Nostradamus tomo ventaja que estaban avanzando por la escalera para adelantarse al pelirrojo y darle palmaditas en la cabeza— Nos hacías falta, querido.

— ¿Un truco? — Thor endureció su expresión, muy acostumbrado a los engaños de Loki para no ver algo mejor viniendo de la mano del francés.

— Nada de eso, tu padre te extraño.

Semejante comentario hizo que los ojos de Thor se abrieran bastante. El genio profeta le sonrió, carente de malicia.

—...Hn.

— ¡No caigas, Thor!

— Loki esta celoso porque se mete tantas veces a la casa que nadie tiene tiempo para extrañarlo, despreocúpate, Thor, ¿Trajiste recuerdos de tus viajes? ¡Quiero verlos!

— Sí— Thor lo siguió cohibido pero más relajado.

Hirviendo en su propia rabia, Loki vio esto como una traición de lo más descarada y horrible.

De repente, oye el timbre sonar y con la lengua a punto de escupir veneno, Loki atiende. Era un repartidor de un restaurante chino, que traía un menú especial a nombre de Thor.

"No jodas", pensó Loki con rencor. "¡Siempre lo sabe todo!"

— Mira que coincidencia— Oye la voz de Michel desde el balcón— ¡Munnin estaba en la habitación de Thor!


No le creas a tus hijos cuando digan que soy demasiado joven para ti (NostraDin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora