No le creas a tus hijos cuando digan que soy demasiado joven para ti (NostraDin)

El genio es malo para dar discursos sin acabar censurado

— Una vez más y por favor...simple, rápido y nada explicito.

— Pero me gusta complicado y muy explícito.

— ¡Por una vez, solo por una vez!

— Que malhumor...

Nostradamus rodo los ojos, tanto o más fastidiado que su amiga Goll.

Al momento que Okita puso el cronometro de su teléfono, el rubio se enderezo en la silla y hablo solemne.

— Muy buenas noches, me alegro que estén presentes para compartir este gran evento conmigo, agradezco que hayan dedicado tiempo de sus ajustadas agendas para mí y el proyecto del que voy a hablar. Estoy conmovido por...

— Tampoco les lamas los zapatos— se quejó Okita, cortando la grabación.

— Tantos halagos no pueden ser sinceros— opino Goll, con los brazos cruzados sobre su pecho.

— Palabras vacías— puntualizo Nostradamus— Estoy acostumbrado a estos discursos insoportables.

Goll le hizo una seña al pelinegro para que continuaran. Okita volvió a encender el cronometro.

— Entiendo la reticencia que hay alrededor de mi elección de compañías, preferentemente compañía masculina madura. Déjenme aclarar que no es una manipulación aprovechada de un adulto de ideas perversas sobre una mente... despejada como la mía.

— "Despejada", aja.

— A ojos de la sociedad, especialmente mis colegas de la iglesia, soy visto con malos ojos, pero hablo con la verdad cuando digo...

— Trece segundos.

— Que no tengo porque contenerme sobre lo que quiero hacer, ¡Porque lo voy a hacer! — Nostradamus golpeo la mesa con mucho énfasis dramático— No voy a quedarme con las ganas porque ninguno de los que está aquí hoy sabe lo que se siente la verdadera gloria cuando estoy en la cama de Odín, pobres infelices.

— Otro fracaso...— murmuro Goll, ya frustrada, mientras Okita se reía a carcajadas.

— ¡Y no solo eso! Podrá verse marchito como un cactus y con un pie en la tumba, sin embargo, les aseguro que cobra vida en mis manos. Resucita en mi boca.

— Estamos en un comedor familiar, basta.

— ¡Ni siquiera tiene que hablar! Cuando me acorrala en cualquier superficie de su casa, solo sentir su peso encima mío me hace ver las estrellas...

— ¡Ya acabamos, deja de hablar!

— Síguele, síguele, esto va para TikTok.

— ¡Y por eso, no tengo que explicar nada! — Nostradamus se subió a la mesa, ante la mirada consternada de Goll y la cámara de video de Okita, que sacudía su teléfono entre carcajadas— Yo soy un ente libre y Odín es para mí exclusivo disfrute, ¡Déjennos vivir nuestra historia de shotacon en paz!

— Bravo— Okita corto el video, pasando a editarlo rápidamente para subirlo a su cuenta.

— Nos van a echar otra vez...— Goll golpeo su cabeza contra la mesa, mortificada.

— ¿Por qué no aplauden, hipócritas? — Nostradamus miro al resto del comedor, sin molestarse por los ojos llenos de censura y asombro que le dedicaban— Ya quisieran tener la suerte de tocarme un pelo.

— Solo bájate y salgamos lo más discreto posible.

— ¡Eso fue muy discreto! — Okita se burló de la chica— Otro discurso que ya no podrás usar, ¿Intentamos otra vez?