Capítulo 13.

249 5 0
                                    

Mi respiración es tranquila, tengo mis ojos cerrados mientras siento las caricias que me da en una de mis piernas, sentada en su regazo, recostada en su pecho mientras él sigue trabajando sin dejar de acariciarme ni un segundo, su olor masculino es indescriptible, su olor tan varonil me encanta. Quita un poco de mi cabello y me da un beso húmedo en mi cuello, le doy más espacio sin abrir los ojos.

—Chiquilla mía—susurra, abro mis ojos topándome con sus grandes ojos azules. Escucho que tocan la puerta, intento levantarme, pero él lo impide sosteniéndome más fuerte de la cintura—. Entra—ordena.

—Señor Vasileiadis, señorita Johnson—entra su secretaria haciendo una reverencia—. Le entrego los papeles que me pidió señor, donde está escrito el informe de su compra de Mónaco—le entrega el papel—. Ya está todo listo para su viaje a Grecia, todos están informados de su partida.

Él asiente serio.

—Lárgate—ella se retira haciendo su reverencia. Él me mira y sonríe, besa mis labios y me aprieta más a su cuerpo—. Ya quiero tenerte conmigo, necesito tenerte en Grecia para mí.

—Espera una noche más mi gorila.

—No sé si pueda soportarlo—toca mi mejilla—. ¿Por qué no mejor te quedas conmigo desde ahora? Podemos pasarla juntos está noche y mañana viajar, escapas conmigo a Grecia y nos desaparecemos por un buen tiempo—muerde mi labio—. No vayas a tu casa quédate ya conmigo.

Toco su mejilla para verlo fijamente.

—Tengo que ir a la mansión mi gorila, tengo que dejar todo listo, hacer maletas y... ¿Puedo llevar a Luna? —pregunto.

Él suspira y sonríe un poco.

—Belleza, puedes llevar lo que quieras, lleva tu gata, es tú viaje y puedes hacer lo que quieras.

Lo abrazo más fuerte y beso sus labios.

—Después de esta noche, seré tuya completamente, me tendrás en tu país solo para ti, iré a Grecia solo por ti—remalo sus labios, suelto un quejido al sentir una nalgada.

—Maldita provocadora—besa mis labios.

Me separo de mala gana al escuchar el sonido de mi celular. Lo saco de mi bolso Chanel y contesto.

—Hola padre—digo.

Darius rueda los ojos y comienza a besar mi cuello y meter mano debajo de mi falda.

—Mi niña, princesa ¿Dónde estás? —pregunta con una voz muy emocionada.

—Estoy...—tiro mi cabeza hacia atrás cuando mete dos dedos en mi coño.

—¿Estás bien? —pregunta, preocupado—¿Te duele algo princesa?

Si, si lo estoy padre—trato de hablar normal, Darius sonríe y besa mi cuello chupándolo—. Estoy ocupada ahora, comprando cosas, te llamo luego...

—No, no, espera—me detiene—. Princesa deja lo que estás haciendo, tengo una gran noticia que darles, estamos todos reunidos en la mansión, quiero que vengas, es importante.

Por la excitación y el placer que estoy teniendo no estoy prestando atención.

—Si...—cierro los ojos al sentir el gran bulto en mi trasero.

—Bien princesa entonces ven lo antes posible ¿Dónde estás? ¿Estás con Jacob? Para mandar Ethan o a Robert para que vayan a verte.

¡¿Qué?!

—No, no padre, no te preocupes llamare a Jacob que venga a verme, no te preocupes estaré ahí lo antes posible.

Mierda.

Diamante [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora