Capítulo 7.

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¿A quién mierda se le ocurre entrar a un lugar repleto de gente impórtate con el enemigo de su padre y peor aún que él mismo este presente?

Fácil, solo a mí.

Y no me arrepiento ni un poco.

Sonrío con superioridad sostenida del brazo de Darius, mi padre serio camina hacia nosotros con furia en sus ojos.

-Ahí vine el idiota-murmura Darius.

-Ni se te ocurra decir algo fuera del lugar-lo amenazo.

Mi padre se para en frente de nosotros.

-¿Se puede saber que es esto Katherine? -me mira molesto.

-Tranquilo padre, estaba sola en la entrada así que el señor Darius fue muy amable de acompañarme porque ustedes me dejaron-respondo sin más.

-Sabes que no...

-Oye, relájate no hagas un escandalo por gusto, no vas a querer que todos se ponga hablar de una polémica sin ninguna razón, antes que la gente se entere de más, mejor salúdense como gente adulta y madura que ambos son que pueden saludarse y tolerase en una simple reunión-habla mi madre disimulando una sonrisa.

Mi padre suelta un fuerte suspiro.

-No quiero que la gente se ponga hablar de más-voltea a ver a Darius-. Gracias por acompañar a mi hija Señor Vasileiadis ya la puede soltar.

Darius solo se mantenía callado con una posición firme y retadora hacia mi padre no tenía ningún interés de soltarme, al contrario, se zafo del agarre para poner su mano en mi cintura y acercarme a él.

Mierda.

-Me estoy empezando a enojar-replica mi padre.

Darius volta a verme.

-Fue todo un placer en acompañarla Señorita Johnson, espero que durante la velada nos volvamos a ver-me sonríe antes de voltear hacia el hombre que hecho humo de su cabeza-. Aquí la tiene, le recomiendo que no la vuelva dejar sola tal vez para la próxima no se la devuelva-me da una pequeña sobada en mi cintura antes de entregarme a mi padre-. Fue un gusto saludarlo Señor Johnson-estira su mano para que la estreche, mi padre tuvo que ocultar su enojo y fingir una sonrisa, no tan contento correspondió el saludo algo que tomó a gracia Darius, sonríe arrogante antes de retirarse.

La tensión sigue intacta, trato de ocultar mis nervios que dejó ese hombre en mí.

-Maldito idiota-susurra mi padre serio.

-Al menos saludó ¿no? -mi sonrisa se desvanece al ver la cara de mi padre.

-Espero que esto no se vuelva a repetir.

-Lo siento papá, pero no quería entrar sola.

-Y no se te hizo más fácil entrar con cualquiera menos con mi enemigo.

-La verdad no, el señor Darius fue muy amable de acompañarme, no hay nada de qué preocuparse.

-No puedo creer que...

-Ya Richard, no hagas más grande la situación solo la acompaño, no es que este con tu hija-lo interrumpe mi madre seria.

- Así es papá, no es que este conmigo-sonrío como toda una sínica, si supieran.

-Mejor dejemos el tema aquí, no quiero dañarme la noche.

Volteo a ver a Darius, él estaba hablando con unos señores con una bebida en su mano derecha, se veía demasiado sexi en esa postura, cuando me ve me sonríe y me guiña el ojo, le devuelvo la sonrisa relamiendo mis labios.

Diamante [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora